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Damasco debe optar entre una solución militar o un 'destronamiento' no violento de Arafat

ENVIADO ESPECIALEl Ejército sirio cerca desde hace una semana el campamento de refugiados palestinos de Badaui, en el norte de Líbano, último reducto de los partidarios de Yasir Arafat, pero no parece evidente que el Gobierno de Damasco haya optado por una solución militar para acabar con el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), al que podría intentar destronar sin recurrir a la violencia.

Arafat manifestó, por primera vez, el domingo, un relativo optimismo sobre las intenciones sirias, al revelar haber recibido "señales muy positivas" por parte de un emisario de Rifat el Assad, jefe de los servicios secretos sirios y hermano del jefe del Estado. Pero su lugarteniente, Abu Jihad, matizaba estas declaraciones al afirmar que se esperaba "una operación militar siria de gran envergadura contra las fuerzas de la revolución". Para la mayoría de los observadores es, sin erribargo, poco probable que los cerca de 12.000 soldados sirios concentrados en los alrededores de lladaui den el asalto al campamento, porque el precio político a pagar por el régimen baasista de Damasco seríademasiado alto.

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Todo lo más, como ya ocurrió en la noche del domingo al lunes, se producirán escaramuzas provocadas por los adversarios palestinos de Arafat, transportados hasta las inmediaciones de Badaui en los camiones del Ejército de Siria, en las que murieron dos combatientes fieles al líder palestino, según la radio estatal libanesa.

A pesar de este incidente, la estrategia desarrollada por el Gobierno del presidente sirio, Hafez el Assad, para derrocar a Arafat parece ser, a juzgar por lo sucedido este fin de semana, más bien de índole política y consiste esencialmente en conseguir una mayoría en las instancias palestinas que permita destituirle.

Las numerosas adhesiones a la rebelión palestina acaudillada por Abu Musa y Abu Saleh, constantemente anunciada en la llanura libanesa de la Bekaa -ayer les tocó el turno a los empleados de la agencia de Prensa palestina Wafa, en la capital Siria-, "han sido arrancadas a punta de pistola por agentes sirios", afirmó en Badaui a este corresponsal Ahmed Abdel Rahman, portavoz oficial de la OLP.

"Aquellos que se resistieron a proclamar su apoyo a la sublevación", prosiguió Abdel Rahman,"como, por ejemplo, los militares palestinos Naser Yusef y Abu Ahmed Ismail, y otros más, han sido encarcelados en Siria".

El propio régimen sirio desconría, sin embargo, de estas adhesiones forzosas y, para evitar posibles atentados propalestinos en su territorio, ha prohibido desde hace cinco días la entrada en Siria a casi todos los disidentes, al tiempo que les ha alejado de las líneas del Ejército israelí para impedir cualquier choque armado.

Los jefes de la revuelta contra Arafat han fingido ignorar el carácter ficticio de las adhesiones a su movimiento, que sólo tiene lugar allí donde están las tropas sirias, y aseguran, como lo hizo el viernes Abu Musa, que "tenemos la mayoría a nuestro lado".

Abu Saleh, otro de los caudillos de la revuelta, llegó incluso a pedir, en el curso de una reunión de altos dignatarios palestinos celebrada en Damasco en la noche del sabado al domingo, que se les confiase provisionalmente la dirección de la OLP hasta la convocatoria de una conferencia que eligiese a un nuevo presidente de la resistencia.

Pero lejos de aceptar esta sugerencia, la izquierda palestina, reagrupada en torno a Nayef Hawartmeh y Georges Habache, publicó un comunicado en el que denuncia los intentos de escisión en el seno de la Organización para la Liberación de Palestina, e insiste en "la necesidad de recurrir exclusivamente al diálogo democrático" para resolver los conflictos interpalestinos.

Anticipándose a la reivindicación de Abu Saleh, el brazo derecho de Arafat, Abu Iyad, pronosticaba ya en una entrevista publicada a mediados de semana que los sirios estaban a punto de anunciar la creación de una nueva dirección palestina, cuyo presidente sería Jaled el Fahum, un hombre de cierto prestigio, pero muy vinculado a Damasco.

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