Dudas en torno a la eficacia de la gira centroamericana iniciada ayer por Kissinger

La Comisión Especial de Estados Unidos para Centroamérica, que está encabezada por el ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, emprendió ayer una gira de seis días por otros tantos países de la zona, con un apretado programa que hace dudar de su eficacia a algunos observadores.

"La brevedad y el apretado calendario del viaje no están destinados a lograr grandes éxitos, sino más bien a establecer un aire de legitimidad para el mandato de la comisión", afirmó ayer el Consejo de Asuntos Hemisféricos, entidad privada de expertos en temas latinoamericanos.

Esta opinión coincide con informaciones que llegan a Washington procedentes de la región, según las cuales hasta funcionarios de los Gobiernos centroamericanos ponen en duda que visitas tan cortas sirvan para resolver los candentes problemas de cada país.

Excepto Richard Scammon, experto en cuestiones electorales, y Potter Stewart, ex miembro del Tribunal Supremo norteamericano, los otros 10 integrantes de la comisión visitarán primero Panamá, para seguir después su viaje hacía Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

El objetivo del viaje, según el propio Kissinger, es recabar el máximo de información sobre la crisis que atraviesa la zona. Las fuentes informativas serán tanto los Gobiernos de los distintos países como la oposición moderada en cada uno de ellos, la Iglesia y otros grupos sociales.

En el viaje de la comisión no están previstas reuniones con dirigentes guerrilleros de una u otra tendencia.

"Es una oportunidad para informarnos sobre cosas que aún no tenemos claras", señaló en una reciente conferencia de prensa el ex secretario de Estado. La comisión deberá presentar en enero o febrero próximos un informe sobre la posible política futura de Estados Unidos en Centroamérica.