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Los funcionarios repudiados achacan su situación a motivaciones de clientelismo político

Los funcionarios de los cuerpos nacionales de Administración local que obtuvieron en oposiciones los puestos de secretarios de ayuntamientos vascos y no han podido ocupar sus plazas por haber sido rechazados por las corporaciones de una docena municipios, se sienten desconcertados ante el incumplimiento de la sentencia del Tribunal Constitucional que respalda sus derechos laborales y se creen víctimas del clientelismo político.Algunos se encuentran en una dificil situación económica y todos, se muestran preocupados por su futuro profesional y por las repercusiones que este conflicto puede plantearles individualmente, en el caso de que lleguen a hacerse cargo de las plazas de secretarios que les corresponden. Por eso, la mayoría prefiere ocultar sus nombres y evitar "que cuando ocupe mi puesto me vea rodeado de un ambiente de recelos e incomprensiones que dificulte mi trabajo y condicione mis relaciones con la corporación municipal".

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Pertenecen a las nuevas generaciones de funcionarios, y sostienen que las pruebas de selección que convocan los ayuntamientos para cubrir las plazas de secretarios posibilitan en muchos casos que el puesto sea adjudicado a personas elegidas de antemano y casi siempre afines ideológicamente al partido que ostenta la mayoría en la corporación local. Más de uno ha pasado por experiencias que constituyen toda una prueba: aspirantes que, siendo números uno de su promoción y habiendo alcanzado la máxima puntuación en los exámenes de los ayuntamientos, han perdido la plaza, en beneficio de un discreto candidato que, sorprendentemente, conseguía enjugar y hasta superar la abismal diferencia de puntuación en un último examen de tipo psicotécnico.

"Sí, no ocurre en todas partes, pero es muy habitual encontrarse con secretarios del PNV, del PSOE o de HB en ayuntamientos controlados por estos partidos. Nosotros creemos que un secretario es un funcionario al servicio del ayuntamiento, que no debe tener una tendencia política, al menos manifiesta; porque esto, además, provoca un nuevo problema, en el momento en el que se produce un cambio en la correlación de fuerzas municipales", afirma uno de ellos .

"No cuestionamos la autonomía municipal"

Califican su actual situación de "difícil" y "engorrosa". "Después de haber estado cinco años estudiando la carrera, y otros tres preparando oposiciones, es duro encontrarse sin trabajo". "Yo", añade un joven secretario, "me casé hace unos meses, contando con este trabajo, y ahora rae encuentro viviendo en casa de los padres de mi mujer, porque no nos queda otro remedio". Parte de los secretarios rechazados han encontrado trabajo eventual en ayuntamientos distintos a los que les corresponden, y el resto dedica su tiempo a estudiar, a tratar de procurarse algunos ingresos o a perfeccionar su euskera, a la espera de que se resuelva el conflicto que enfrenta la Administración central con la Asociación de Municipios Vascos, que controla el PNV.Ninguno está dispuesto a echarse atrás, "tenemos unos derechos y existe una sentencia de la máxima autoridad jurídica, el Tribunal Constitucional; somos vascos, hemos estado media vida soñando con volver a Euskadi para trabajar aquí. No cuestionamos la autonomía municipal, pero por encima de todo está el cumplimiento del dictamen del Tribunal Constitucional, al margen de que la ley de Régimen Local, sobre la que está basada la sentencia, deba ser revisada o pueda cuestionarse la propia razón de ser de los cuerpos nacionales de funcionarios. Si no se cumple la sentencia del Tribunal Constitucional habrá que preguntarse dónde estamos, incluso si éste es un país de derecho".

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Destacan su preocupación por el desenlace del conflicto, del que prefieren permanecer al margen. "Si los alcaldes son inhabilitados por varios años y multados, como ha ocurrido en otros casos, puede suceder que el nuevo alcalde siga las directrices de su partido y mantenga la misma postura que el anterior. Si esto sucede, nuestra situación se prolongará durante varios meses, ya que, según la ley, es el alcalde quien debe otorgar la posesión de los cargos". "Preferimos no pensar en esto" abunda uno de los secretarios sin plaza, .porque esto deterioraría nuestra imagen ante la corporación, y apareceríamos como los responsables del conflicto".

Todos coinciden en señalar que el trato que han recibido de los alcaldes que se niegan a concederles sus puestos ha sido, en general, correcto y que las posturas de las autoridades locales hay que atribuirlas exclusivamente a motivaciones políticas. "En cualquier caso", apunta uno de los secretarios, yo me he sentido marginado en mi propio país, pese a que el alcalde nacionalista me repetía a modo de justificación: 'Son órdenes del partido. Yo tengo que obedecer a mi partido'".

Varios de los secretarios estudian la posibilidad de sumarse a la querella del Ministerio Fiscal y solicitar de los ayuntamientos indemnizaciones y el pago de los sueldos correspondientes a los meses transcurridos desde la fecha en que debieron tomar posesión.

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