'El arreglo', un buen comienzo
Es poco frecuente que una primera obra, como es El arreglo en la filmografía de José Antonio Zorrilla, tenga tal dominio de la narración cinematográfica. Habitualmente no se traducen en buenas películas las buenas intenciones, ya que sólo el aprendizaje del oficio supera la torpeza que casi inevitablemente suelen mostrar los nuevos cineastas, pero Zorrilla mantiene el pulso de su historia con habilidad de experto.El arreglo cuenta la aventura del policía encargado de investigar un tema menor que revela en su desarrollo un grado de corrupción que ni él mismo imaginaba: es un viejo planteamiento del cine negro norteamericano, que en la década de los treinta denunció con coraje aspectos ocultos de la justicia de su país, pero esa referencia a un género ya establecido en sus términos estéticos no ayuda al cineasta, sino que, por el contrario, le obliga al reto de las comparaciones.
El arreglo
Guión y dirección: José Antonio Zorrilla. Fotografía: Andrés Berenguer. Intérpretes: Eusebio Poncela, Isabel Mestres, Mamen del Valle, Pedro Díez del Corral, Felicidad Blanc. Drama. Española, 1982. Local de estreno: Carlos III.
No voy a decir que El arreglo sea identificable a cualquier clásico del género, aunque sí supere los mínimos exigibles: ambientado en España, lo que hasta ahora era exclusivo del cine foráneo, adquiere una lectura inusual, concreta, sin la mítica de aquel cine lejano que la pasión del cinéfilo nunca traduce a su realidad. El arreglo habla de su tiempo, de nuestro presente, y no se disculpa con ello para mantener vivo el nervio de la historia, bien escrita y bien rodada, aunque alguno de sus momentos, sea confuso o innecesario. Otra cuestión es la de preguntarse si la estética de aquel género responde a nuestras necesidades de comunicación y si, en consecuencia, en la memoria del espectador se va a conservar la anécdota más tiempo que el que dura la película. La propuesta de Zorrilla es, sin embargo, precisa y clara, abundando en la frialdad que muchas veces fue característica del género, aunque no de jus obras maestras. Eusebio Poncela en el papel central realiza un trabajo honesto, eficaz: es su personaje el que carece de los matices que podrían acercarlo a las emociones del espectador. Isabel Mestres y los demás personajes Secundarios hacen un trabajo seguro, sin distanciarse con pudor de lo que podrían haber interpretado con distanciamiento. Es, sin duda, mérito de Zorrilla el que toda la película responda con decisión a sus planteamientos: no se permiten dudas.
El arreglo compartió el primer premio de los Nuevos Realizadores del último Festival de Ciñe de San Sebastián con la producción belga Bruselas de noche, también, curiosamente, una visión negra d le la actualidad de aquel país. No hubo grandes dudas entre los miembros del jurado: aunque no se apasionaran, respetaron el rigor de ambos filmes.
Babelia
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