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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Desatención en el Primero de Octubre

Al tiempo de mi más sincera felicitación por el periódico que usted dirige, quiero y ruego (perdón) se haga pública esta carta para conocimiento del ciudadano. Mi petición y ruego lo hago bajo mi condición de estudiante de periodismo, ser humano y familiar de la víctima.Sucedió el 17 de agosto, cuando un accidente de coche acaeció en la persona de José Ángel Martín, de 20 años. Trasladado con toda urgencia al Primero de Octubre, sobre las 12 de la noche, fue tratado de la siguiente manera:

En primer lugar se le hizo una radiografía, para pasar seguidamente a una habitación de la planta sexta de dicho hospital, donde sin la menor atención pasó toda la noche (a excepción de una inyección tranquilizante y un par de vasos de agua).

A continuación, y en un estado de suma gravedad, se le sometió a un traslado al centro de parapléjicos de Toledo, donde fue operado con toda urgencia viendo su precario estado, advirtiéndonos que sus pulmones henchidos de sangre hubieran puesto punto final a su vida en el plazo de una hora.

José Ángel Martín quedó postrado en una cama, pues entre las vértebras 11 y 12 su médula estaba partida. Con toda la indignación y sed de justicia posible me pregunto: ¿cómo es posible que se le diera de beber con sus pulmones en tales condiciones?; ¿por qué se le dejó abandonado toda una noche, para mudarlo posteriormente a Toledo, quitándoselo de encima?; ¿cómo es explicable que sus pantalones vaqueros, que él gustaba de usar ceñidos, estén intactos?, ¿cómo se los quitaron sin romperlos?, ¿no podría ser que hubiera aún esperanza de que su médula no estuviera aún sesgada totalmente?

Televisión Española dice en sus programas preventivos que no hay que mover bruscamente a los accidentados y evitar ingieran alimento sólido o líquido alguno.

Me resisto a poner denuncia alguna ante cualquier estamento oficial, pues experiencias anteriores me lo desaconsejan. Pero con lágrimas en los ojos pongo en conocimiento de la sociedad la aventura esgraciada que les espera en caso de accidente, e imploro justicia a quien corresponda.

En estos momentos se ha producido el fatal desenlace de J. A. M. /

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