La Administración rechaza las propuestas del grupo Standard

El ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, recibió ayer al presidente de ITT-Europa, Daniel P. Weadock. La reunión se produce cuando las conversaciones entre la dirección del grupo ITT en España con los sindicatos y la Administración se encuentran prácticamente en un punto muerto, y con la amenaza de un expediente de regulación de empleo que afecta a 3.000 trabajadores. La Administración ha rechazado el plan de reestructuración de las empresas del grupo Standard que contempla un excedente de 6.450 trabajadores.Tras la reunión con el ministro, los representantes de ITT mantuvieron una segunda conversación con Joan Majó, director general de Electrónica e Informática. Las diferencias entre las posturas de la multinacional y la Administración respecto al plan de Standard fueron limándose a lo largo de ambas conversaciones. Para la próxima semana está prevista una nueva reunión entre las dos partes en la que se intentará profundizar en los puntos de acuerdo.

La Administración, coincidiendo con los sindicatos, mantiene la oferta de apoyar a Standard siempre y cuando por parte de la multinacional se produzca un mayor compromiso sobre sus exportaciones, acompañado de un esfuerzo de ITT por fabricar en España productos que actualmente se están importando.

La filosofía de la Administración se resume en apoyar cualquier iniciativa de la multinacional que no suponga retrasar la incorporación tecnológica de nuestro país, exigiendo a cualquier apoyo las contrapartidas necesarias. Para Standard, en la mejor de las hipótesis -aumento de las exportaciones, producción en España de los componentes que se están importando, y mayor diversificación de productos- la plantilla seguiría estando sobredimensionada y no se podrían crear más de 500 puestos de trabajo.

Estos argumentos fueron contestados ayer en conferencia de prensa por Juan Ignacio Marín, secretario general de la Federación del Metal de CC OO. A su juicio, tres son los objetivos que persigue la ITT con sus planteamientos: asegurar el mercado de la Compañía Telefónica, no ampliar su fabricación a otros productos y que los sindicatos cedan en los despidos que Standard considera necesarios.

En este sentido, señaló que el expediente es un instrumento de presión que ITT-Standard está utilizando de cara a la Administración, y, por ello, no debe ser aceptado antes de haber alcanzado acuerdos en la negociación. Según CC OO, que defiende también un compromiso de Standard-ITT sobre exportaciones y diversificación de productos, algunos de los componentes que se vienen importando podrían fabricarse en España.

CC OO y UGT convocaron ayer dos horas de paro contra el plan industrial presentado por Standard que ha afectado, según datos sindicales, al 74% de la plantilla.