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Cuatro personas muertas en accidente tras ser tiroteado su vehículo por la Ertzaina

Cuatro personas, entre ellas un niño de algo más de un año de edad y una mujer embarazada, perdieron la vida ayer en un accidente de tráfico que tuvo lugar a las 10.30 horas en Alegría de Oria (Guipúzcao) cuando huían de una patrulla de la Ertzaina (policía autónoma) que les perseguía de cerca. Uno de los ocupantes del vehículo y dos personas más, un ertzaina y un joven portugués que viajaba en un camión involucrado en el accidente resultaron también heridos.

Según testigos, el Seat 131 de color rojo ocupado por las víctimas fue tiroteado por la dotación de la Ertzaina momentos antes de chocar violentamente con el camión matrícula LE-48.832 que circulaba en dirección contraría.Miembros de la policía autónoma indicaron en un primer momento que los disparos efectuados por los ertzainas fueron dirigidos al aire, si bien posteriormente señalaron que la dotación del vehículo policial disparó también a las ruedas del coche que perseguían. Se ignora si alguno de los ocupantes del Seat 131 rojo, al parecer robado, fue alcanzado por las balas. Uno de los jóvenes fallecidos, Guilllermo Sánchez Rodríguez, de 20 años de edad, natural de Beasain, abandonó la cárcel hace pocos días, tras haber cumplido condena como autor de un delito de robo de coches. La madre de otra de las víctimas, Francisco Alejandro Tizón Llorente, de 21 años y natural de Ordicia, desmintió ayer que su hijo hubiera estado detenido o hubiera participado en hechos delietivos.

El suceso se inició en la localidad de Lazcano a primera hora de la mañana. Un grupo de vecinos comunicó a la policía municipal de esa localidad que un coche Seat 131 rojo había permanecido durante la noche dando vueltas en una zona determinada. Los agentes comprobaron que el vehículo había sido robado y a continuación alertaron a la Ertzaina. Una vez localizados, los ocupantes del Seat 131 se dieron a la fuga sin atender a los requerimientos de la policía autónoma, iniciándose así una larga y veloz persecución, que culminó con el brutal accidente.

Los cuerpos de Guillermo Sánchez Rodríguez, Francisco Alejandro Tizón, Inmaculada Ruiz García, de 20 años, esposa del primero y madre del niño Unai Sánchez, quedaron aprisionados entre el amasijo de chatarra a que quedó reducido su vehículo. El quinto ocupante del Seat 131 se encuentra inconsciente, hospitalizado en grave estado y repite continuamente lo que parece ser su nombre: Jesús Ortiz Callejo. El coche de la Ertzaina evitó el choque frontal pero colisionó con otro vehículo y estuvo a punto de volcar. Según manifestaron miembros de la policía autónoma, los ocupantes del vehículo que perseguían rompieron, momentos antes del choque, el cristal delantero del coche policial, arrojándoles un objeto en plena marcha.

Extracción con soplete

Las cuatro víctimas murieron en el acto, según indicó un testigo que habita en un caserío próximo: "Han tenido que extraer los cuerpos con soplete porque estaban aplastados en el coche. El único que se movía era un chico joven que estaba en la parte trasera del coche; tenía la cabeza abierta pero hacía esfuerzos para liberarse de la chatarra. El niño estaba ya muerto cuando lo cogió mi marido en brazos. Tenía la cara ensangrentada y tendría sólo unos meses, porque llevaba pañales y estaba descalzo. Fue horrible, cuando ví el niño no, pude resistirlo, tuve que volverme a casa".Gustavo Nieves Boreira, que viajaba en un camión de matrícula portuguesa que colisionó con los vehículos que interceptaban la carretera, sufre fracturas de tíbia y peroné, mientras que el ertzaina padece únicamente lesiones.

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La madre de Francisco Alejandro Tizón manifestó entre lágrimas que su hijo nunca había estado relacionado con ningún hecho delictivo y hacía una vida absolutamente normal, "como uno de tantos chicos que no tienen trabajo. Guillermo Sánchez y él eran amigos desde pequeños y por más que yo le insistía en que tenía que dejar a Guillermo, mi hijo nunca me hacía caso". La madre del joven añadió: "Me ha dejado sola; dígame usted cómo voy a darle la noticia a mi marido que está ingresado en el Hospital del Tórax con el corazón hecho polvo".

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