El Pentágono amplía sus operaciones en el golfo Pérsico y Centroamérica
El subsecretario norteamericano de Defensa, Paul Thrayer, ha ordenado a las fuerzas armadas que se preparen para desarrollar operaciones de mayor envergadura en Centroamérica, y ha adelantado una creciente proyección del poderío militar de Estados Unidos en la zona del golfo Pérsico, según un informe del Departamento de Defensa.
Paul Thrayer ha dado por concluido el largo verano de debate interno en el Departamento de Defensa en torno al reparto del presupuesto militar para el año 1985. El presupuesto será matizado en otoño por la Casa Blanca y presentado al Congreso en enero, donde será sometido a un intenso debate y a ciertas revisiones de contenido.
La decisión de Thrayer parece reflejar el empeño del presidente Ronald Reagan sobre el rearme de América y el despliegue del poderío militar norteamericano en el extranjero, a pesar de reconocer la realidad política de la creciente resistencia del Congreso al continuo aumento de los gastos militares.
Todos los cuerpos del ejército han recibido instrucciones de agregar fondos para sus operaciones en el mando Sur, es decir, en Centroamérica y en el sur del continente. En lo que respecta al golfo Pérsico, el Ejército de Tierra y las Fuerzas Aéreas han recibido orden de asignar fondos para tropas y aviación suplementarias, así como para bases aéreas en Marruecos, Omán y Diego García. La Marina tiene orden de mantener a un cuarto portaviones en aguas extranjeras.
Instrucciones
Thrayer, que actúa en nombre del secretario de Defensa, Caspar Weinberger, impartió instrucciones a las fuerzas armadas para que incrementen su movilidad y, apoyadas por la Marina y las Fuerzas Aéreas, intensifiquen su postura defensiva en el mar. También ordenó a los distintos cuerpos que continúen mejorando su capacidad para combatir contra la guerrilla y el terrorismo.El subsecretario aprobó el requerimiento de las fuerzas navales para proseguir la producción de cazas F-14 tipo Tomcat, pero ordenó un alto en la producción de bombarderos A-6 Intruder.
En lo referente al contingente humano, el Ejército de Tierra tendrá que acelerar el crecimiento previsto en 3.600 hombres, las Fuerzas Aéreas deberán reducirlo en 20.000 hombres y la Marina deberá mantener sus contingentes actuales. En 1989, las fuerzas armadas contarán con 2.270.600 hombres, en vez de los 2.113.400 actuales. El informe sobre las decisiones de Thrayer fue presentado el pasado 22 de agosto, después de una reunión de la Junta de Fondos para la Defensa.
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