Mezquindad regionalista
Al leer la carta firmada por Roser Giner Bruñó (30 de agosto de 1983), que parece tan feliz de constatar que Cataluña ya no es España, mi primera reacción era de enfadarme. Pero, bien reflexionado, me he entristecido y digo que la culpa de esos sentimientos antiespañoles la tiene la mayoría del pueblo español.La prueba ese estilo de rechazo de patria común que se publica en un periódico español de reparto internacional y queda autorizado por el Gobierno nacional.
Como española de fuera, nacida en Barcelona, que he vivido en varios países latinoamericanos, ese mininacionalismo me parece muy mezquino.
Sin negar ni rechazar la cultura catalana, hay que meditar un poco y saber que la mezquindad lingüística y regionalista no llevará lejos a España, incluyendo Cataluña. /
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