Jordi Pujol pide al Gobierno que abandone su política 'reductora' de las autonomías

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, confía en que el Gobierno central abandone la política, que calificó de "reductora de las autonomías" llevada a cabo hasta ahora, según manifestó al término de la ronda de consultas con los representantes de las fuerzas políticas catalanas para analizar la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la LOAPA y sus consecuencias. Pujol señaló que la conclusión de las conversaciones con los partidos políticos, que se iniciaron el pasado día 2, es la coincidencia "prácticamente total" en la necesidad de negociar el proceso autonómico.

El presidente Pujol ha manten¡ do entrevistas con los representantes de los socialistas catalanes, Alianza Popular, los comunistas del Partit Socialista Unificat de Catalunya, Esquerra Republicana, Unió Democrática, Centro Democrático Social, Partido Socialista de Andalucía, Partit dels Comunistes, y con los representantes de su propio partido, Convergència Democràtica.Pujol afirmó que la primera prueba para ver un cambio de actitud gubernamental será la entrevista que mantenga, cuya fecha aún no está fijada, con el presidente Felipe González. No concedió especial importancia a la decisión de las Mesas del Congreso y del Senado de publicar en el Boletín Oficial del Estado lo que queda de la LOAPA, ahora ley del Proceso Autonómico (LPA). "Técnicamente el Gobierno podía hacer lo que ha hecho", señaló Pujol, que valoró positivamente tal decisión, si se entendía como un "aligeramiento de los procesos legales".

Añadió, sin embargo, que habría que esperar la intención política de esta medida. Pujol confía en despejar esta posible incógnita en la entrevista con Felipe González. Remarcó la necesidad de que las nuevas leyes de bases estén impregnadas del mismo espíritu que la sentencia sobre la LOAPA, para que sea posible un tratamiento diferenciado de las autonomías, dentro del marco de la igualdad.

Afirmó que una segunda prueba sobre ese previsible cambio de actitud del Gobierno será la posición de los socialistas catalanes con respecto al proyecto del tercer canal de televisión, que el presidente calificó de "muy malo".