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El Ministerio de Cultura restringe a partir de hoy el número de visitantes del Museo del Prado

Sólo podrán estar dentro del recinto 2.000 personas a la vez

El Ministerio de Cultura ha decidido restringir el número de visitantes al Museo del Prado, la principal pinacoteca española, cuya entrada es desde el pasado 1 de enero completamente gratuita. A partir de hoy, el número máximo de personas que podrá permanecer en el interior del mismo no podrá exceder de 2.000 a la vez. Esta medida se toma tras una serie de estudios sobre las condiciones de visita al museo, agravadas en parte por las obras de reacondicionamiento que se llevan a cabo en él, y que en la actualidad afectan a un tercio aproximado de la superficie prevista como área de exposición.

La limitación del número de personas en el interior del Museo del Prado -medida que la dirección del museo considera que es usual en este tipo de grandes pinacotecas, donde las aglomeraciones de visitantes se producen con frecuencia de manera imprevisible- no afecta al número total de personas que pueden entrar en él, aunque sí a su ritmo de acceso.De esta forma, señaló ayer el Ministerio de Cultura en una nota de prensa, los visitantes del museo podrán mejorar la contemplación de los cuadros que se exponen. Las dificultades de contemplación de las obras del museo había sido objeto en los últimos meses de ciertas críticas, a raíz del considerable aumento de visitantes que se produjo como consecuencia de la gratuidad de la visita, que coincidió por otra parte, con la presentación de grandes exposiciones, como las dedicadas al Greco, a Murillo y a Goya.

La dirección del Museo del Prado considera la medida, además, como una ayuda a una más eficaz vigilancia del rico patrimonio conservado y contribuye apreciablemente a su mejor conservación.

Según datos de la Dirección General de Bellas Artes y Archivos, el Museo del Prado ha sido visitado en los siete: primeros meses del año por 1.200.000 personas, lo que significa un aumento de casi 300.000 visitantes -o el 33%- respecto del mismo período en 1982. El incremento más espectacular se produjo en los primeros meses de 1983, tras la gratuidad del museo, duplicándose prácticamente el número de visitantes, que alcanzó una media de 4.000 personas diarias, de las que tan solo el 15% eran extranjeras.

Programa electoral

La entrada gratuita a todos los españoles a los museos estatales -un centenar, aproximadamente- fue decretada el pasado día 1 de enero. El director general de Bellas Artes, Manuel Fernández Miranda, manifestó entonces que la medida formaba parte del programa electoral de los socialistas durante su campaña, y con ella se pretendía una invitación a todos los españoles para que puedieran disfrutar de su herencia cultural. Fernández Miranda también señaló que "España será el único país con importante patrimonio artístico en que todos los museos del Estado son gratuitos".Esta medida fue recibida en ámbitos artísticos como un arma de doble filo, que ponía el arte al alcance de todos pero que al tiempo lo ponía en peligro dada la inexistencia en los museos estatales de la infraestructura suficiente como para prevenir los efectos de las aglomeraciones con una vigilancia abundante y adecuada.

La medida fue criticada en esos sectores artísticos, donde se estimó que la gratuidad tendría un efecto negativo, al sobrecargar el ambiente en museos como el Prado, donde la asistencia de público ya es altísima.

El director general de Bellas Artes, Manuel Fernández Miranda, comentó ayer que "lo que hemos hecho, en definitiva, es restringir el número de visitantes que pueden permanecer al mismo tiempo dentro del museo hasta un máximo de 2.000 personas; si siguen las visitas a este ritmo de casi 3.000 personas diarias, cuando abramos todas las dependencias del museo, que será en 1985, ya no tendrá validez esta medida".

"La medida la hemos tomado teniendo en cuenta ciertos artículos de algunos medios de comunicación, y algunas cartas al director de los mismos, en donde se hablaba de la masificación de algunas salas del museo y la reclamación de esas personas de ver el museo con tranquilidad", dijo Fernández Miranda."Más que nada es una medida popular en defensa de los intereses de los amantes del Museo del Prado, aunque tengan que esperar unos cuantos minutos para poder entrar a las salas",

"Esta medida la hemos venido estudiando desde marzo, cuando nos dimos cuenta que el número de visitante aumentaba; pudimos ponerla en práctica en junio o julio, pero sucede que aunque parezca difícil, es en estos meses cuando desciende la cantidad de asistentes al museo" ha comentado el director general de Bellas Artes.

El director del Museo del Prado, Alfonso E. Pérez Sánchez juzgó ayer razonable esta medida y aseguró que sus efecto prácticamente no se notarían sino en casos excepcionales. Las aglomeraciones afectan sobre todo a determinadas salas de la pinacoteca, que se hallan saturadas mientras otras permanecen desiertas.

Pérez Sánchez considera que esta es una medida precautoria que se ha tomado teniendo en consideración las estadísticas que se han venido haciendo y tomando en cuenta los comentarios aparecidos sobre las consecuencias que una excesiva masificación podría tener en la conservación del tesoro artístico del Prado.

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