_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

'Cantaor'

Ya no estás, Antonio, cantaor, amigo. Te has ido como de sorpresa, cuando habíamos respirado con alivio al saber que salías de la clínica. Hace unas semanas temimos más tu muerte, y sin embargo, supiste aguantar como aquellos gitanos de raza del tiempo de las tonás.Si Silverio se pasó la noche, el día en que murió su hijo, "por ahí solo cantando siguiriyas", ¿qué cantarán ahora por ti los cantaores? Ellos, que tanto aprendieron de tu cante, de tu magisterio. Fuiste el patriarca indiscutible de nuestra época. Un caso único en la historia del flamenco, ya que ningún otro tuvo tu enorme interés por investigar la realidad del cante malherido, desvirtuando muchas leyendas y restaurando estilos que sin ti se habrían perdido para siempre.

Á

ÁLVAREZ CABALLERO

Más información
Antonio Mairena, maestro del cante flamenco, falleció ayer en Sevilla de un ataque al corazón

Sin ti, el cante que nos ha llegado sería menos rico. Juan Talegas me lo dijo, que eras "de verdad un fenómeno, el cantaor más largo que yo he oído, el mejor cantaor que yo he oído...". Y Talegas había oído a Torre y a Chacón, a su tío Joaquín el de la Paula, a Enrique El Mellizo, a todos los colosos de este arte.

Todo tu existir flamenco fue ejemplar. En tu discografla queda el mejor cante de todos los tiempos.

No hay ni ha habido ni seguramente habrá en muchos años un cantaor capaz de realizar una obra tan vasta y completa, y con el marchamo de perfección con que tú la llevaste a cabo.

En nuestra última entrevista me decías que el verdadero flamenco no muere ni nunca morirá, que "cuando vienen esas lagunas de 40, de 50 años, sus esencias se quedan revoloteando en el espacio" y alguien llegará algún día a rescatarlas.

Tú fuiste ese alguien después de las herejías que se habían cometido con un arte hermoso pero desvalido. Si los próximos tiempos nos trajeran otros como tú, podríamos mirar con confianza el porvenir.

Descansa en paz, Antonio Mairena, cantaor.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_