'San Francisco' segunda parte
El éxito que supuso para. la productora Metro-Goldwyn-Mayer la realización de San Francisco (1936) obligó a su competidora Fox a idear otra película que propusiera un espectáculo similar. Al terremoto de la ciudad californiana se opuso el incendio sufrido por Chicago en 1871, ya que éste ofrecía las mismas condiciones de brillantez: había nacido el cine de catástrofes.La justificación argumental no debía de ser más consistente que en la película madre, ya que sólo en los últimos 20 minutos adquiría la historia todo su sentido. Aunque hasta entonces la trayectoria de los personajes diera tumbos melodramáticos, ocasionalmente emotivos, pero carentes de meta, una de las actrices, Alice Brady, que da vida al personaje de la madre, obtuvo el Oscar de aquel año (1938) a la mejor actriz secundaria: su nervio y su verosimilitud sobrepasaron las exigencias del personaje, anclado como el resto del reparto en las peripecias que culminan en el famoso incendio.
Chicago
Director: Henry King. Guión: Lamar Trotti y Sonya Levien, según la novela de Niven Busch. Fotografía: Peverell Marley. Música: Louis Silver. Intérpretes:Tyrone Power, Alice Faye, Don Ameche, Alice Brady, Andy Devine. Aventuras. Norteamericana, 1938. Local de estreno: Luchana.
La realización de éste sigue produciendo asombro, aunque en los 45 años posteriores se hayan filmado con mejores medios desastres más espectaculares, y no sólo porque la imaginación superaba entonces la inocencia del cine, sino porque la débil estructura dramática se ensamblaba a la perfección con las feroces llamas y el peligroso derrumbamiento de edificios. Cada personaje y cada, situación tuvieron su respuesta en la catástrofe. En nuestra época, en cambio, los aeropuertos y sus parientes apenas se esfuerzan en encontrar una mínima lógica.
Obtuvo Chicago un éxito parecido al del filme que imitaba, no sólo por la intervención de Alice Brady, sino también por la de su héroe central, interpretado por Tyrone Power, que entonces se encontraba en un momento álgido de su carrera: sorprende aún la sinceridad de todos los actores, aunque ninguno de ellos consiga eliminar hoy la aparición de una benévola sonrisa. El mundo de los cinéfilos encuentra en ella, además, una razón para celebrar este reencuentro.
Babelia
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