El Ministerio de Educación estudia la desaparición de los exámenes de septiembre

El Ministerio de Educación planea la desaparición, a partir del curso 84-85, de los exámenes de septiembre en los estudios de bachillerato, según informó ayer el director general de enseñanzas medias, José Segovia, durante una reunión con la Prensa. Los alumnos que suspendan tres o más asignaturas no tendrán opción a una nueva prueba evaluatoria y deberán repetir curso.

La desaparición de los exámenes contribuiría, según el director general, a una mayor eficacia del actual sistema de evaluación continua, una vez demostrada la inoperancia de estas pruebas de finales de verano. José Segovia informó también del contenido de la circular, recientemente difundida, de comienzo de curso, en la cual se establecen las bases de funcionamiento de los institutos de Bachillerato, de Formación Profesional y Centros de Enseñanzas Integradas.

Entre las novedades más importantes incluidas en la mencionada circular, se puede destacar el establecimiento de cauces concretos de participación para padres y alumnos a través del Consejo de Dirección, al que se le envía información detallada sobre la programación del curso y otros aspectos de la disciplina en el centro.

30 centros docentes

Este curso comienza la implantación, con carácter experimental y en unos 30 centros docentes, de la reforma de las enseñanzas medias, un proyecto en el que han participado de forma desinteresada casi 60 profesores. Para esta primera fase de experimentación se han ofrecido ya las candidaturas de varios centros estatales, privados subvencionados e incluso un centro totalmente privado, que no tiene subvención.La consejería de Educación del Gobierno Vasco ha ofrecido para esta experiencia varios centros de Formación Profesional de primer grado, mientras que en Cataluña se ha decidido retrasar durante un año su implantación para no modificar los planes, ya aprobados, para el curso 83-84. El responsable de la consejería de Educación de la Junta de Galicia se ha negado, según fuentes ministeriales que no ocultan su perplejidad, a participar en la experimentación de la reforma.

La elaboración de esta reforma responde, según José Alonso, al elevado índice de fracaso escolar, a la injusta depreciación de la formación profesional y al carácter excesivamente teórico del bachillerato. Se pretende erradicar también la falta de tiempo para el ocio, la sobrecarga de los programas docentes y el carácter meramente receptivo de la enseñanza, así como hacer efectiva la ampliación de la escolaridad hasta los 16 años -lo que supone casi medio millón de puestos escolares, al año- y establecer una formación básica común.

"Se trata", dijo,el director general de Enseñanzas Medias, "de preparar al alumno para la vida y desarrollar su creatividad y sentido crítico. Atender a la realidad que nos rodea no puede ser una tentación para caer en el provincialismo, sino una forma de enraizar la escuela en la vida".