El Gobierno aprobará mañana medidas de ayuda para Euskadi y Cantabria

"Esta catástrofe es un durísimo golpe para la economía vasca, pero en ningún caso va a representar su puntilla". Estas palabras de Pedro Luis Uriarte, consejero de Economía y Hacienda del Gobierno autónomo vasco, resumen la magnitud de las inundaciones que han castigado duramente al País Vasco en los últimos días, y cuya incidencia más grave ha recaído sobre la provincia de Vizcaya. Las autoridades autonómicas están haciendo una evaluación de los daños antes de tomar medidas, una de las cuales se prevé que sea solicitar del Gobierno central la declaración de zona catastrófica para la región.

Distintos portavoces vascos calíficaban ayer de "astronómicas" las pérdidas económicas, pero preferían no aventurar ningún tipo de cifras, a la espera de hacer un recuento minucioso de los daños. En Cantabria, las primeras estimaciones cifraban en 10.000 millones de pesetas el volumen de las pérdidas.Mientras, el Consejo de Ministros que se celebra mañana estudiará la situación creada por las riadas en el País Vasco y en Cantabria, y está previsto que apruebe una serie de medidas para ayudar a los sectores afectados. Se espera que el Gobierno declare zona catastrófica a aquellas poblaciones y comarcas mas duramente castigadas por las inundaciones.

Bilbao y las zonas de la provincia de Vizcaya mas gravemente afectados por las riadas del pasado fin de semana continuaron ayer haciendo progresos hacia su normalización, con el restablecimiento paulatino de los servicios de energía eléctrica, de agua corriente y de teléfono, mientras miles de voluntarios, fuerzas del Ejército y de las policías nacional, municipal y autónoma proseguían los penosos trabajos de limpieza de barro y escombros de calles y casas inundadas.

El número de víctimas contabilízadas hasta ayer era de 40 muertos, 30 en la provincia de Vizcaya, cuatro en Llodio (Álava), cuatro en Cantabria y una en Burgos. Sobre el número de desaparecidos, las versiones son contradictorias, según se trate de fuentes oficiales, donde se mantiene un clima de prudencia antes de aventurar cifras, y la de los grupos de rescate y desescombro, según los cuales en las decenas de coches que todavía permanecen sepultados en distintos puntos de Bilbao y la provincia de Vizcaya podría localizarse una citra de víctimas que doble el actual número de muertos.

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