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Graves inundaciones en el norte de España

1.500 personas que regresaban a Bilbao, durmieron en colegios de Miranda de Ebro

Con los interrogantes de qué se encontrarán al llegar y cuándo partirán, unas 1.500 personas, procedentes en su mayoría de Extremadura, Andalucía y Castilla-León, esperan, desde hace más de 36 horas, en Miranda de Ebro (Burgos), diseminados por colegios y residencias habilitados urgentemente para este fin por el Ayuntamiento de la ciudad, el momento de reemprender viaje de regreso a Bilbao y poblaciones limítrofes. Mientras, miles de automovilistas, principalmente franceses y portugueses, permanecían anoche atrapados en un impresionante atasco de vehículos que iban desde Vitoria hasta Alsasua (Navarra).En Miranda de Ebro, la situación para estas 1.500 personas, entre las que se encontraban numerosos niños, era de total desesperanza, con la incertidumbre de desconocer el momento en que podrían regresar a sus hogares, situados, la mayor parte de ellos, en la margen izquierda de la ría bilbaina, una de las más afectadas por las inundaciones. Maletas, bolsos y paquetes de todos los tamaños se apilaban en las pequeñas aulas junto a los cientos de colchonetas enviadas por la Capitanía General de la VI Región Militar. Hombres, mujeres, niños y ancianos compartieron por unas horas los recintos escolares en los que fueron distribuídos.

Y todos ellos -que agradecieron la labor del Ayuntamiento de Miranda de Ebro, que les proporcionó alojamiento, bocadillos de jamón y chorizo, agua y leche para los niños, así como comidas especiales para algunos enfermos- criticaron, sin embargo, la actuación de la Renfe, ya que algunas de estas personas tuvieron que pasar la noche del viernes al sábado en el tren, sin calefacción, sin luz, y sin nada que comer.

El tiempo para estas personas pasé lentamente y muchos de ellos optaron por pasear o ver las crecidas del Ebro, -que en algunos puntos comenzó a desbordarse y a última hora de la noche de ayer continuaba creciendo-, mientras la mayoría permaneció sentada en las aulas mirando por las ventanas. "Hasta que se normalice esta situación, y todos ellos puedan emprender la marcha hacia sus hogares", dijo el alcalde de Miranda, el socialista Julián Simón Romanillos, "el Ayuntamiento les va a proporcionar toda la ayuda que necesiten a fin de que se encuentren lo mejor posible". Las centrales sindicales y numerosos vecinos llamaron al Ayuntamiento para ofrecer su ayuda.

Numerosos accidentes de tráfico

Miles de vehículos, en su mayoria de matrícula francesa y portuguesa, permanecían, por otra parte, inmovilizados anoche en un enorme atasco formado entre Vitoria y Alsásua. Buena parte de estos vehículos, ante las dificultades para circular por Guipúzcoa, se desvió hacia Pamplona para desde allí dirigirse a pasar la frontera navarra de Dancharinea. Como consecuencia de los atascos que se formaron fueron numerosos los accidentes de tráfico, en uno de los cuales resultó muerta una persona al colisionar el vehículo que conducía contra un autobús.

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