La Guardia Civil busca al importador de la carne congelada vendida en Mallorca

El Grupo Fiscal de la 411 Comandancia de la Guardia Civil de Barcelona está buscando al importador barcelonés que ha inundado los hoteles de Mallorca con carne congelada de procedencia, desconocida. Muestras de solomillos, presuntamente de antílope y cebú, se hallan en los laboratorios de Majadahonda para ser analizados, ya que se sospecha que esos solomillos no son otra cosa que desperdicios cárnicos congelados en África o Suramérica hace varios años.Nuevas muestras de carne procedentes del matadero mallorquín de Cárnicas Mallorquinas SA (Carma), han sido recogidas por el juez instructor para su posterior envío al citado centro de análisis en Madrid, donde se intentará dictaminar sobre la procedencia y estado del producto. Una primera partida de muestras ya ha sido examinada en este centro, pero sólo ha trascendido, según fuentes del Ministerio de Sanidad, que la carne es de bóvido. En principio las sospechas en cuanto al origen de la carne confiscada apuntaban hacia la de un buey centroafricano, pero este extremo es difícil de comprobar. La carne, según las mismas fuentes, es apta para el consumo y presumiblemente no ha pasado controles sanitarios ni de mercado.

La Guardia Civil de Inca, hace ya unas semanas, sigue la pista de estas misteriosas partidas de carne que se servían en los hoteles de la isla sin haber sido analizadas ni legalizadas por ningún veterinario. Según los investigadores, un importador barcelonés compraba estas partidas de carne en uno de esos países y las almacenaba en el puerto de Cádiz poco después de que entraran en España, procedentes de Canarias. Un distribuidor de carne, Carma, se hacía con la mercancía, que estaba embalada en cajas de calamares, y la trasladaba directamente a los frigoríficos de los mejores hoteles mallorquines.

Denuncia de un accionista

Los responsables del matadero de Carma, donde se sacrifica la mayor parte de las reses para consumo en Mallorca, fueron denunciados, según un reportaje publicado en el semanario Interviú, por un accionista de Carma que descubrió partidas de carne con etiquetas extranjeras y envoltorios o cartonaje que las hacían figurar como pescado nacional.El vicepresidente de Carma, Gabriel Escarrer, no va a presentar ninguna demanda judicial contra los responsables del reportaje publicado por la revista Interviu hasta que el juzgado de Palma de Mallorca que se encarga de tramitar la denuncia por supuesta importación ilegal de carnes -interpuesta por el accionista Antonio Reus-, no haga pública la sentencia, informa Juan Pasarón. Un portavoz autorizado de Gabriel Escarrer dijo a EL PAIS que "desmentimos todos los extremos que se citan en la información de Interviu, con relación a Carma", añadiendo que el consejo de administración de la empresa ha precisado, en un comunicado distribuído ayer, que "no ha introducido jamás carne desde el exterior de España a territorio nacional, ni la ha adquirido en el extranjero".