Madrid reunirá en septiembre a los ministros de Exteriores de la CSCE aunque Malta siga oponiéndose al texto final

Los ministros de Asuntos Exteriores -si acaso con la excepción de Malta- de los 35 Estados participantes en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) celebrarán en Madrid, los días 7, 8 y 9 de septiembre, una cumbre política, con independencia de que Malta acepte o no el documento final de la conferencia y de que pueda producirse una clausura de la misma para esas fechas. Una propuesta de los países europeos occidentales será presentada hoy en este sentido en el plenario de la CSCE, y con toda probabilidad contará con el apoyo del bloque comunista y de los países neutrales y no alineados.

Los representantes de las 16 naciones miembros de la OTAN, reunidos durante el día de ayer, acordaron seguir rechazando las exigencias maltesas para firmar el documento, y que son: la convocatoria de una reunión de expertos sobre seguridad en el Mediterráneo, la inclusión en el documento final de una referencia a la reducción de fuerzas militares en dicho mar y la introducción de este tema en la agenda de la próxima conferencia europea de desarme. El bloque del Pacto de Varsovia se opone también a las peticiones de Malta. El Gobierno de Dom Mintoff adoptó una postura similar al final de la sesión primera de la CSCE en Helsinki, en 1975.

Lo avanzado de algunos preparativos para congregar en la capital española a los ministros de Asuntos Exteriores, incluidos el norteamericano, George Shultz, y el soviético, Andrei Gromyko, y a los representantes de los países neutrales y no alineados, y el interés de poder presentar a la opinión pública internacional un consenso en la lucha por la paz, la distensión, el desarme y los derechos humanos, después de tres años de trabajos -la cumbre de la distensión, como ya se le llama-, se impuso ayer como criterio a seguir, a pesar de la oposición maltesa y con la esperanza de que antes del próximo día 7 de septíembre el Gobierno de Malta cambie de postura y firme el documento final, con lo cual se celebraría sin retrasos la prevista sesión de clausura. El encuentro en Madrid, dentro de dos semanas, de 35 ministros de Asuntos Exteriores ha empezado ya a provocar quebraderos de cabeza a la secretaría ejecutiva de la CSCE y a la cancillería española, que obviamente desea capitalizar gubernamentalmente el éxito de los trabajos de la primera conferencia internacional de este tipo que se celebra en España desde antes de la guerra civil, y que comenzó con el Gobierno de la Unión de Centro Democrático, presidido por Adolfo Suárez, en noviembre de 1980.

El programa de Shultz.

Según ha podido saber EL PAÍS, el palacio de Santa Cruz expresó hace unos días su malestar a la delegación norteamericana por el hecho de que el secretario de Estado, George Shultz, estaba ya convocando reuniones con países y entrevistas individuales con colegas, sin coordinarlas con los anfitriones españoles.

El ministro Fernando, Morán tiene hasta el momento programadas unas seis entrevistas individuales con otros tantos ministros europeos, además de presidir los actos oficiales colectivos que tendrán lugar en la capital española durante esos tres días de septiembre. Se desconoce todavía si el discurso de clausura español será pronunciado por el Rey o por el presidente del Gobierno, aunque ambos ofrecerán recepciones a los ministros. El discurso de apertura, en noviembre de 1980, lo pronunció Adolfo Suárez. Para Morán, uno de los encuentros mas importantes será el que mantenga con su colega británico, Geoffrey Howe, con quien tratará de poner de nuevo en marcha las conversaciones sobre 'des colonización de Gibraltar.

El 15 de julio, los 35 Estados que participan en la CSCE, excepto Malta, dieron su aprobación al texto final de la conferencia. Éste se basaba en el proyecto presentado en febrero por los países neutrales y no alineados, conocido corno RM-39 (revisado), al que habían sido añadidas las propuestas formuladas en junio por el jefe del Gobierno español, Felipe González, y otra aportada por Suiza.