La deuda de los países latinoamericanos con España se aproxima a los dos billones de pesetas
La moratoria general solicitada esta semana por Brasil sobré los pagos de su deuda externa, así como los crecientes problemas financieros de otros países latinoamericanos, dificultan los proyectos españoles de aumentar el comercio con aquella zona. En la primera mitad de este año, las ventas a Latinoamérica han descendido un 8% en términos reales, hasta quedar por debajo de los 100.000 millones de pesetas, según fuentes de la Administración. Un informe confidencial preparado para los recientes viajes del presidente del Gobierno, sitúa el riesgo asumido por España en los 19 países mayores de la zona en 7.721 millones de dólares, sin contar la deuda comercial no asegurada, que podría suponer otros 6.000 millones. Al cambio actual, estas cifras rondan los dos billones de pesetas.
Afectados por la repercusión de los bajos precios de las materias primas, el alza del dólar y la subida de tipo de interés, las ventas españolas a Latinoamérica han quedado claramente resentidas con la crisis financiera declarada en la región. Hace un año que el mayor cliente -México- vivió la renegociación de su deuda, sólo superada en el área por el gigante brasileño. Lis exportaciones a Brasil son casi una décima parte inferiores a las de México. Pero su deuda a bancos y exportadores nacionales supera los 1.000 millones de dólares (150.000 millones de pesetas).Entre México y Brasil, que ya había demorado algunos pagos y pidió créditos para atender otros, la mayoría de los países latinoamericanos han negociado la refinanciación de su deuda exterior con bancos extranjeros, Gobiernos y Fondo Monetario Internacional (FMI), como puede apreciarse en el cuadro adjunto. Aunque todos éstos se cuidan de que el país moroso se someta a planes de austeridad y los bancos extranjeros hacen provisiones contra fallidos, las renegociaciones suelen ser nuevo pan para hoy y más hambre para mañana.
Los préstamos nuevos llevan actualmente intereses que exceden entre dos y tres puntos a los ya altos del euromercado o del mercado norteamericano. Mientras, por ejemplo, la compañía de gas Liquefaction, de Abu Dhabi, ha conseguido esta semana 500 millones de dólares con un margen de 0,5 puntos, la propia Telefónica de España negocia 75 millones al 5/8 sobre el libor (precio del dinero en el mercado interbancario de Londres) y Checoslovaquia y Hungría lograron márgenes de poco más de un punto.
En las renegociaciones en que ha participado o que está manteniendo España, a través del club de París, con México, Cuba y Costa Rica, normalmente se con solidan pagos de año a año y medio, al tiempo que se otorgan tres o cuatro ejercicios de carencia y otros cuatro o cinco para devolver principales. Las renegociationes llevadas directamente por los bancos, que acostumbran a nombrar un cabeza de fila, resultan más duras para el país solicitante. Los beneficios, sin embargo, no calman sus incertidumbres. Y dichas entidades, como los bancos Exterior, Central y Santander, en España, se ven impedidas a realizar fuertes dotaciones.
A parte de los créditos a compradores de mercancías españolas -sobre todo máquinas-herramienta y libros-, cuya demanda se ha resentido, especialmente en los no asegurados, la banca nacional se había expansionado notablemente en Latinoamérica durante la década anterior a 1982. Ahora los créditos financieros puros entregados a través de sus filiales suponen tantos como la deuda comercial asegurada.
Primera estimación global
La primera estimación global, fue entregada por el Ministerio ae Economía y Hacienda al presidente del Gobierno con motivo de sus recientes viajes a Latinoamérica. Según este trabajo, el riesgo asumido por España en créditos financieros de la banca es de 3.574 millones, de dólares. Asimismo, la deuda comercial garantizada por la Compañía Española de Seguros de Créditos a la Exportación (CESCE), entidad de mayoría estatal, asciende a otros 3.992 millones de dólares. Los créditos gubernamentales del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) suman otros 155 millones. Los tres conceptos totalizan 7.721 millones de dólares, equivalentes a 1,15 billones de pesetas.
Pero ésta no es toda la deuda. Como señala el mismo informe, existen también deudas comerciales no aseguradas sobre las que no se hace estimación. Impresiones de medios comerciales indican que la parte no asegurada podría llegar a otros 6.000 millones de dólares, si bien recuerdan que con México se intentó reunir los datos y, al final, se obtuvo una cifra mínima (150 millones).
Se basan dichas impresiones en que las ventas en Latinoamérica son financiadas en sus dos terceras partes, nivel mayor que el de otras zonas. Al llegar la crisis, se solía asegurar uti 40% de los créditos, cuando el porcentaje medio de cobertura de CESCE sobre el total de las éxportaciones rondaba el 20%.
Como aparece reflejado en el mapa adjunto, México es el mayor deudor (2.022 millones de dólares), seguido por Argentina (1. 181 millones), Brasil (827 millones), Venezuela (855 millones), Chile (567), Perú (509) y Cuba (502). En toda la deuda internacional, Brasil pasa a primer puesto (86.300 millones) y supera a Cuba, Colombia -que no ha renegociado-, Ecuador, Uruguay y Costa Rica.
Los cuatro deudores mayores con España coinciden en tener concedidos más créditos financieros que comerciales asegurados. Sobresale el caso de México, con 1.326 millones de dólares de deuda financiera y 640 de créditos a la exportación garantizados por CESCE.
En términos absolutos, el mayor recorte de la demanda procede de este país, que ha anunciado el propósito de reducir sus importaciones mundiales desde 25.000 a 10.000 millones de dólares en 1983. Durante los seis primeros meses del presente año, España le ha vendido productos* por 21.676 millones de pesetas, cifra que le coloca como cliente muy próximo a Panamá (18.950 millones de pesetas). Luego figuran Venezuela, con 11.1140, y Colombia, con 6.160. A excepción de Panamá, España tiene frente a todos ellos abultados déficit, si bien el existente ante Brasil (2.471 millones de ventas y 31.600 de- compras en el período de enero-junio) queda muy lejos del mexicano (21.676 rnillones de exportación y 120.206 de importación).
Contracción de los mercados
La contracción de los mercados latinoamericanos, pese a que apenas llega a absorber la décima parte de las exportaciones españolas, ha sido una de las causas de la desaceleración de éstas en los primeros meses del presente año. Otra ha venido por la caída de demanda en los países productores de petróleo, que han visto descender sus ingresos por la reducción en valor y precio de las ventas del crudo. A ello se unieron, según un informe elevado recientemente al Consejo de Ministros, dificultades de ciertos países, como Francia (inmersa en un plan de austeridad) y Argelia, cuyas compras están semiparalizadas en tanto se resuelve el contencioso sobre el gas natural.
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