El regreso a Argentina de la ex presidenta 'Isabelita' puede originar un conflicto entre peronistas y Gobierno

La situación planteada en el caso de la ex presidenta argentina, María Estela Martínez de Perón, podría derivar en un enfrentamiento abierto entre el peronismo y el Gobierno si no se resuelve su situación legal antes de la reunión del Congreso del Movimiento. Las opciones que se presentan son tres: la conmutación de la pena, la amnistía o el indulto.

Cualquiera de las tres decisiones tendrá que ser avalada por la firma del presidente Bignone. Los dirigentes peronistas se niegan a que se la incluya en una amnistía y se inclinan por la conmutación de la pena, medida que permitiría después la revisión del caso por el próximo Gobierno civil y la anulación de los fallos en su contra.

En la propaganda para las elecciones internas peronistas, todos los sectores insistieron en la "reparación histórica" de la viuda de Perón, y los líderes advirtieron sobre la posibilidad de que el peronismo se abstenga de participar en las elecciones generales si antes no se rehabilita plenamente a la jefa natural del Movimiento.

Una vez confirmada la medida, María Estela Martínez de Perón viajaría a Buenos Aires para presidir el congreso partidario, avalar la fórmula propuesta y participar en la campaña preelectoral. Ayer se supo que Deolindo Bittel, vicepresidente del partido, ha enviado un telegrama a la señora para invitarla al congreso nacional.

Comicios internos

Los resultados de las elecciones internas del peronismo, realizadas el domingo en la capital y la provincia de Buenos Aires y en otras cuatro provincias, confirmaron a Italo Lúder como candidato a presidente de la República.En la capital federal se presentaban dos listas: la Azul Unidad, que encabezaba Carlos Ruckauf, ex ministro de Trabajo durante el Gobierno de Isabel Perón, y la Lista Verde, que conducía Julio Guillan. La azul, que resultó vencedora, había comprometido su apoyo a Lúder. En la provincia de Buenos Aires se eligieron 236 delegados al congreso nacional, la tercera parte del total del país. Se presentaron cinco listas y quedaron en cabeza las dos que contaban con el apoyo gremial y respondían en el orden nacional a Italo Lúder y Antonio Cafiero.

Cuando se conozcan los resultados definitivos y queden marcadas las tendencias en el seno del congreso peronista, que se reunirá en Buenos Aires entre el 2 y el 3 de septiembre, es posible que los distintos sectores logren un acuerdo previo para nombrar a los candidatos presidenciales.

Deolindo Bittel, vicepresidente del partido, es, junto con Cafiero, uno de los dos candidatos a ocupar el segundo puesto tras Lúder. La negociación podría pasar por la gobernación de la poderosa provincia de Buenos Aires, si es que Cafiero acepta finalmente ser candidato a ese puesto.