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Los medios políticos italianos ligan la desaparición de Gelli con la llegada al poder de Craxi

Juan Arias

El debate político sobre el discurso programático del nuevo presidente del Gobierno, Bettino Craxi, estuvo ayer condicionado por la noticia de la desaparición de Licio Gelli de la moderna y superprotegida cárcel ginebrina de Champ Dollon y la coincidencia de este hecho con el fallido atentado en la línea de ferrocarril Florencia-Bolonia dos horas antes.

Ambos acontecimientos, afirmaban ayer observadores y políticos, no se pueden separar del hecho de que acaba de estrenarse un nuevo Gobierno, y esta vez un Gobierno especial, con la particularidad de estar, por primera vez, presidido por un socialista.Como hace La Reppublica en su editorial, se recuerda que el secuestro de Aldo Moro y el asesinato de los cuatro hombres de su escolta tuvieron lugar también en la mañana en que se presentaba ante el Parlamento un Gobierno importante como era el presidido por Giulio Andreotti, el primer Gobierno de solidaridad nacional apoyado por los comunistas.

No existe duda de que también la noche del martes se buscó la tragedia con el atentado ferroviario que milagrosamente no costó cientos de muertos, mientras se subraya qué la fea historia de Licio Gelli y de su logia masónica P-2 estuvo, desde el primer momento, conectada con los atentados de marca fascista y con la voluntad de alejar a la izquierda del Gobierno y de crear las bases para un golpe blanco autoritario y presidencialista. Por eso, es unánime la convicción de que la evaporación de Gelli es un mensaje muy claro al nuevo Gobierno.

La hipótesis más creíble es la de un secuestro para hacer desaparecer definitivamente a uno de los mayores testigos, y más incómodo, e la P-2, tras haber sido eliminado, bajo un puente de Londres, el otro personaje más peligroso: Roberto Calvi. Se ha temido que, tras tambalear se el castillo de arena que habían construido, estos dos hombres, desilusionados o desesperados, pudieran haber acabado, como ciertos personajes del terrorismo, arrepintiéndose, sincera o falsamente.

Amistades importantes

Sus confesiones hubiesen podido ser explosivas, ya que, como escribió ayer Il Manifesto, existen demasiados hombres importantes de este país fotografiados del brazo de Licio Gelli. Y esas fotos, Gelli podría haberlas puesto un día sobre la mesa con sus respectivos documentos, secretísimos, de los que él disponía y por los que estaba acusado de conspiración política y de atentado a la seguridad del Estado por los jueces italianos, que confiaban en poderlo interrogar los días próximos.

Si para algo ha servido esta desaparición ha sido para que la comisión parlamentaria que lleva dos años indagando sobre la P-2 vuelva al trabajo. Se había temido que, tras las elecciones, acabara prácticamente eliminada. Ahora se hace más necesaria y nadie se atreverá a retocar sus poderes.

Eso sí, se ha quedado sin el personaje número uno de sus testigos como podía haber sido el mismo Gelli, fundador de la P-2, a no ser que, con un golpe de escena, quienes hayan podido robar al misterioso personaje en vez de eliminarlo lo quieran usar de otro modo. Todo sería posible en esta increíble y misteriosa historia de intrigas que ha visto juntas realidades tan explosivas como la Mafia (Sindona), la masonería (Gelli), los intereses económicos vaticanos (Calvi) y los servicios secretos, que estaban, todos ellos, encuadrados en la logia secreta de Licio Gelli.

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