Los tres billones de pesetas de deuda estatal costarán este año más de 413.000 millones, según datos oficiales

La depreciación de la divisa española con respecto al dólar, que ha pasado en lo que va de año de 126 a 152 pesetas, ha encarecido ya en más de 100.000 millones la deuda estatal, sus amortizaciones e intereses. Los 832.000 millones debidos al empezar el ejercicio, la mayor parte en dólares, requerirán pagos más elevados que los 80.729 millones de intereses y 59.447 de devoluciones previstos. Así, el saldo acumulado por toda la deuda pública se aproxima a los tres billones de pesetas, frente a los 2,8 billones de enero, por los cuales se calculaba pagar 412.182 millones de pesetas (253.259 en intereses y 158.923 en amortizaciones), según datos oficiales.

Si bien una pequeña parte de este total corresponde a avales que pueden no ser ejecutados, la depreciación de la peseta con respecto al dólar impedirá que el coste global previsto se quede corto.Ni en el saldo mencionado ni en su coste se ha incluido el recurso acumulado por el Tesoro en el Banco de España, cuyo efecto monetario ha sido en la práctica ya soportado. Tampoco se han tenido en cuenta las operaciones con el banco emisor, que este año costarán varias decenas de miles de millones menos, como consecuencia de los cambios en la financiación del déficit público.

El gasto más expansivo

Excluidos los avales, los 336.967 millones de pesetas presupuestados inicialmente por el servicio de la deuda, que resultarán muy probablemente revisados al alza, constituían ya el concepto funcional que más iba a crecer este año entre los gastos del Estado, en concreto un 153%.

Su participación será la única, después de las transferencias a otras administraciones públicas, que prácticamente se duplique, pasando al menos desde el 3,8% a un 7,4%. En la hipótesis más previsible de realización, absorberá casi la mitad de toda la recaudación por retenciones para el impuesto sobre la renta de las personas físicas.

Principales capítulos

Por conceptos principales, integraban la deuda al empezar el presente año 1,22 billones de pesetas en cédulas para inversiones (encajadas en las entidades de crédito a tipos cercanos al 7%), 832.518 millones de pesetas de créditos concertados con el exterior (387.481 directamente por el Estado y 445.036 por organismos oficiales con garantía estatal), 499.706 millones de deuda interior, otros 161.230 millones de deudas especiales avaladas por el Estado (el grueso procede de obligaciones del Instituto Nacional de Industria y préstamos a las diputaciones provinciales) y 115.000 millones de pesetas en pagarés del Tesoro.

El fuerte crecimiento de la deuda interior durante los últimos años tendrá gran peso en 1983 sobre las amortizaciones previstas, que pasarán de 25.705 a 121.052 millones. En cambio, la devolución inicialmente estimada de préstamos exteriores se mantendrá en niveles similares a los de 1982.

Por su parte, los intereses, sin contar los destinados a cédulas para inversiones, se elevarán, según estimaciones de principios de año, desde 83.891 a 188.494 millones de pesetas.

La carga de los ya mencionados y otros avales (correspondientes en conjunto a deudas por 445.036 millones de pesetas, en su mayor parte de organismos oficiales y empresas concesionarias de autopistas), sólo tiene repercusión teórica para el caso de que los beneficiarios no pudieran afrontar los pagos.

En esta hipótesis extrema, que quizá no lo sea tanto en el caso de algún crédito de autopistas, supondrían intereses por 80.729 millones de pesetas y amortizaciones por otros 59.447 millones.

Los pagos

Los otros pagos fijos que ha previsto hacer el Estado durante el presente año son:

- Por deuda interior, 57.361 millones de pesetas de intereses y 82.629 de amortizaciones.

- Por pagarés del Tesoro, 14.504 millones de pesetas de intereses.

- Por cédulas para inversiones, 72.798 millones de pesetas de intereses y 10.038 de amortizaciones.

- Por las deudas especiales, 27.852 millones en intereses y 6.808 en amortizaciones.

Los créditos concertados con el exterior comprenden tanto los 387.481 millones directamente considerados por tales como otras operaciones aprobadas por diversos decretos-leyes y convenios desde 1955 a 1982.

Clasificada por monedas, la situación de estos 387.481 millones de pesetas de deuda exterior directa del Estado era, al empezar el año, como sigue: 1.903,7 millones de dólares, 1.304,5 millones de marcos alemanes, 595 millones de francos suizos, 25.000 millones de yens japoneses, 65 millones de florines holandeses, 100 millones de libras británicas y 1.934 millones de pesetas.

Margen suficiente

En una reciente intervención ante el Congreso de los Diputados, el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, dijo que la deuda exterior española, pública y privada, puede llegar a finales del presente año a unos 30.000 millones de dólares, pero que "nos movemos dentro de unos límites que nos conceden un margen suficiente de maniobra".

En cuanto a la relación carga de la deuda-exportaciones de bienes y servicios, el principal ratio que suele utilizarse en estos casos para las comparaciones internacionales, afirmó que las previsiones apuntan a una clara mejoría, pues será del 19,6% (comparable con países como Suecia, Dinamarca, Irlanda, Austria o Finlandia).

Idéntica garantía muestra la evolución deuda-producto interior bruto, que no se alteraría con los 30.000 millones citados, y es del 15,3%, frente a un 22% de Austria, un 35% de Dinamarca, un 39% de Irlanda y un 75,3% de Suecia.