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Consecuencias de las inundaciones del otoño pasado / y 2

El Senado recomienda dejar deshabitadas las márgenes de los ríos

La comisión del Senado que ha investigado las causas de las inundaciones de 1982 ha hecho recomendaciones para el futuro, tales como impedir la instalación de viviendas y fábricas al borde de ríos de fuerte pendiente, así como serias mejoras en comunicaciones, meteorología e hidrología. La comisión considera que estas medidas son más convenientes que las obras públicas de alto costo, salvo que se compruebe la imposibilidad de conseguir resultados eficaces con soluciones más baratas, aunque sean menos espectaculares.Manuel Díaz Marta, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, ex consultor de Naciones Unidas y senador socialista por Toledo, es el presidente de la comisión que ha realizado el informe sobre las causas de las inundaciones de 1982. "Nosotros", declara, "hemos intentado un enfoque amplio del problema: se trata de ver qué es lo que no ha funcionado bien. Es importante disponer de la mejor tecnología para observaciones meteorológicas, y de un sistema de comunicaciones que funcione, así como organizar la protección civil; pero también es decisivo que los municipios velen por la ordenación del territorio y que se desarrollen los seguros".

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Tras observar sobre el terreno los trabajos de encauzamiento de ríos, la comisión considera necesario continuarlos tal como se han proyectado, aunque menciona la conveniencia de resistir las presiones para realizar más y más obras. Si se decide la reconstrucción de la presa de Tous "no deben repetirse las marchas y contramarchas, presiones y titubeos y edificación en etapas" que, según los senadores, caracterizaron el proceso y la construcción de la presa destruida.

La comisión se pronuncia en favor de la reconversión industrial, ya proyectada, y de la ubicación de nuevas viviendas en lugares a cubierto de la inundación. El Senado critica a los ayuntamientos, que "encuentran más fácil ceder terrenos en las riberas de los ríos que adquirirlos en lugares a cubierto de las inundaciones. Con esa momentánea y aparente economía aumentan los daños y pérdidas, que al sobrevenir una inundación han de ser cubiertos por todo el país".

A su vez, la deforestación favorece las riadas que se producen en las pendientes. En otoño de 1982 "la fuerte erosión fue incrementada, en muchos lugares, por la falta de vegetación alta y baja, por la dedicación general a cultivos de cereal de secano, la carencia de abancalamientos (1) y el laboreo intensivo sin seguir curvas de nivel".

Según cálculos del Icona, de haber existido un bosque denso en la cuenca del Júcar la escorrentía se habría reducido a un 49% del agua precipitada. De ahí que el informe recomiende planes de forestación, de uso agrícola y ganadero del suelo, y de corrección de ramblas, así como el ensayo, de "diques permeables o presas de agujero", que permitan la infiltración de aguas en el suelo y retengan parte del material sólido arrastrado.

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(1) División en rellanos sucesivos de los terrenos en pendiente.

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