Nelson Mandela
El coganador del Premio Simón Bolívar junto con el Rey de España sigue siendo el líder indiscutible de más de 20 millones de surafricanos
Nelson Mandela lleva 21 años en la cárcel de Robben Island y hace nueve más que se le prohibió aparecer en público. No se puede citar su nombre en la Prensa ni publicar su fotografía. Su único contacto con el exterior son las periódicas visitas de su esposa, Winnie, de 48 años, con la que puede hablar por un máximo de media hora a través de un grueso cristal y por medio de un teléfono. Si la conversación se sale un momento de temas exclusivamente familiares, se oirá un clic que pone fin al diálogo.
Nelson Rolihlala Mandela tiene ya 65 años. Muchos piensan que el fin de sus días está próximo, especialmente teniendo en cuenta que la esperanza de vida de los negros en Suráfrica apenas ronda los 50 años. Pero Mandela es un hombre fuerte, tanto en lo físico como en lo psíquico. Su mujer, Winnie, suele decir que cuando se ven es él el que da ánimos, el que "recarga mis baterías para seguir luchando". Además, Mandela es un atleta, fue corredor de fondo y campeón de boxeo en el peso pesado.También en la política Mandela es un peso pesado. Hijo de un prominente jefe tribal, lo que le confería el título de príncipe, rompió en cuanto pudo su vinculación con la aristocracia negra para entrar de lleno en la política. Renunció a la sucesión a la muerte de su padre y escapó de su reino para evitar un matrimonio impuesto. Estaba enamorado de Winnie y se casaría con ella en 1958.
Su estado y educación (hasta la Universidad sólo pisó escuelas misioneras metodistas) le deberían haber convertido en un aristócrata conservador. En lugar de esto, ha sido siempre un dirigente radical (la socialdemocracia es una izquierda extrema en Suráfrica). En 1938 entró en la universidad de Fort Hare, sólo para negros, pero fue expulsado de ella dos años después por organizar una huelga política. Después trabajó en varios empleos y completó sus estudios de derecho, para fundar en 1952 el primer bufete de abogados negros de Johanesburgo, junto con su amigo Oliver Tambo, actual presidente del ANC, organización a la que ambos pertenecían desde principios de los cuarenta.
Organizador nato, en 1952 montó la campana del desafío, por la cual casi 9.000 personas fueron arrestadas por violar las leyes raciales del país. En septiembre de 1953 la justicia surafricana le impuso la legislación de aislamiento.
Mandela hizo caso omiso de la prohibición y siguió organizando las campañas de resistencia pacífica del ANC. En mayo de 1961 se decretó una orden de busca y captura contra él, movilizándose toda la policía surafricana en su persecución. Se ganó entonces el apodo de El Pimpinela Escarlata por su habilidad en eludir a la justicia racista. Hasta su detención, en agosto de 1962, había desarrollado una ímproba tarea organizativa, había asistido a una conferencia de dirigentes nacionalistas africanos en Addis Abeba y dado numerosas conferencias de prensa.
Cinco años de prisión
Una vez capturado, se le condenó a cinco años de prisión por violar la anterior sanción administrativa. Pero las autoridades blancas de su país no estaban dispuestas a Eberarle en 1967, por lo que en 1963, cuando aún estaba en la cárcel, fue juzgado de nuevo, siendo sentenciado esta vez a cadena perpetua, lo que en Suráfrica significa que permanecerá encarcelado hasta su muerte, a menos que se arbitre alguna medida de gracia a su favor.Mandela no podrá estar hoy en Caracas para recibir el premio Simón Bolívar. Su esposa Winnie tampoco. Pese a no hallarse encarcelada, lleva 21 años condenada al ostracismo e imposibilitada para viajar al extranjero. La policía secreta sudafricana tiene bien ganada la fama de ser la más concienzuda del mundo. Y así, cuando detuvieron a Nelson Mandela, decididos a enterrar su nombre en el olvido, se ocuparon al mismo tiempo de su mujer, a la que desterraron, proscribieron y prohibieron. En la terminología jurídica sudafricana, estos términos significan que Winnie ha sido obligada a abandonar su hogar en Johanesburgo, desterrándosela a 500 kilómetros de distancia en las fuerzas de Blandford, en la provincia de Orange. También significa que le está prohibido encontrarse con más de una persona a la vez y que su nombre o fotografía no pueden aparecen en ningún medio de comunicación surafricano.
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