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CATALUÑA

Barrionuevo y Defferre, decididos a actualizar el convenio de auxilio aéreo

Representantes de la Administración central, de la Generalitat y del Gobierno francés se reunirán el próximo viernes en Perpiñán para estudiar las posibles modificaciones a introducir en el convenio de auxilio aéreo, firmado en el año 1959. La reunión fue acordada en una conversación telefónica entre el ministro del Interior, José Barrionuevo y su homólogo francés, Gaston Defferre, mantenida anteayer, al conceder, finalmente, el permiso de entrada de los hidroaviones galos para colaborar en la extinción del fuego que asoló las Gavarres. El retraso en conceder dicho permiso ha sido objeto de duras críticas por parte del Ayuntamiento de Gerona y la Generalitat.Durante toda la jornada de ayer permanecieron en la montaña de Els Angels diversos retenes para impedir que el fuego se reavivara como sucedió anteayer. Hoy se celebrará un pleno extraordinario del consistorio de Gerona para elaborar un programa de actuación de urgencia en la amplia zona arrasada. También hoy tendrá lugar una reunión en Barcelona en la que participará el gobernador civil de Gerona, Miquel Solans, para preparar la reunión de Perpiñán.

Giliberto Rico, jefe de incendios de ICONA, declaró ayer en Gerona, después de sobrevolar la zona afectada por el incendio del macizo de las Gavarres, que "todos los indicios indican que ha sido provocado. Lo que no alcanzo a comprender", añadió "son los motivos". Tras calificar de "buena" la tarea desarrollada por los servicios de extinción gerundenses, se refirió a las críticas dirigidas contra ICONA por al alcalde de la ciudad, Joaquim Nadal y el delegado del Departamento de Gobernación, Xavier Soy, por el escaso apoyo aéreo facilitado por el instituto señalando que "se mandaron todos lo que fue posible mandar". El trato dispensado al incendio "fue correcto", en opinión del jefe de incendios de ICONA.

El jefe de incendios del ICONA recalcó que "desde donde se apaga realmente un incendio es desde tierra". Explicó que la tarea de los hidroaviones es la de "crear zonas de baja temperatura, propiciando así la acción de los equipos de tierra. No quiero afirmar ahora que si el número de hidroaviones en servicio hubiese sido superior, todo hubiera sido igual".

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