Reagan nombra a Henry Kissinger presidente de la comisión que definirá los intereses de EE UU en América Central
Estados Unidos "pagaría un precio muy alto" si marginara sus intereses en Latinoamérica, dijo el presidente norteamericano, Ronald Reagan. Para evitarlo, Reagan prepara un refuerzo de la ayuda militar y ha decidido nombrar al ex secretario de Estado, Henry Kissinger, como presidente de la comisión mixta bipartidaria que defina los intereses que Estados Unidos tiene, a largo plazo, en Centroamérica. Kissinger, que aceptó el cargo, presidirá una comisión, integrada por ocho importantes personalidades políticas norteamericanas, que informará al presidente Reagan de sus conclusiones antes del próximo 1 de diciembre.
"Ésta es la primera agresión real del comunismo en territorio americano", dijo el presidente Reagan en un discurso pronunciado ante la Asociación Internacional de Estibadores (uno de los sindicatos que más le ayudó en su campaña electoral), reunida en la localidad de Hollywood, en el Estado de Florida. Considerada como la alocución más importante del presidente en relación a Centroamérica desde el discurso-programa pronunciado ante el pleno del Congreso el pasado 27 de abril, Ronald Reagan insistió en la necesidad de incrementar la ayuda militar a los países aliados de EE UU en Centroamérica, con particular atención en el caso de El Salvador. "A veces", dijo Reagan, "tendemos a olvidar que aquí, en el hemisferio occidental, somos americanos de polo a polo".En una clara radicalización de su política hacia Centroamérica, Reagan insistió en que Estados Unidos "pagará un fuerte precio por nuestra negligencia" si Norteamérica fracasa en su intento de detener la agitación al sur de "nuestras fronteras".
La dura retórica del presidente Reagan coincide con los proyectos preparados por el influyente Consejo Nacional de Seguridad, integrado por los principales consejeros del presidente, el Departamento de Estado, el Pentágono y la Agencia Central de Información (CIA), que proponen doblar la ayuda militar a El Salvador, Honduras, Guatemala y Costa Rica, junto a la continuidad de las operaciones secretas de la CIA en apoyo de la guerrilla antisandinista que intenta derrocar al Gobierno de Nicaragua.
Para vencer la oposición que la política de Reagan encuentra entre los miembros liberales del Congreso, William Clark, jefe del Consejo Nacional de Seguridad, y James Baker, jefe del Gabinete del presidente, proponen crear la comisión mixta que presidirá el influyente Henry Kissinger. "El presidente nombrará próximamente a otros ocho prestigiosos políticos para integrar la comisión", dijo un funcionario de la Casa Blanca.
Objetivos a largo plazo
La finalidad de la comisión mixta deberá determinar los objetivos a largo plazo que EE UU intenta conseguir en Centroamérica, tanto desde el punto de vista de mejora de la situación social como económica y democrática, para lograr una "estabilización y seguridad en la zona. La decisión de Reagan de crear tal comisión responde a una solución bipartidista del Senado, presentada el pasado 15 de junio por el senador demócrata conservador Henry Jackson y por el republicano liberal Charles Mathias.
La personalidad de Kissinger, actualmente consultor privado en Nueva York, da particular relieve a la comisión mixta, que probablemente procurará dar una interpretación política a la escalada real de la presencia militar de EE UU en Centroamérica.
La comisión mixta se inscribe en la línea de la labor del enviado especial de Reagan a Centroamérica, el ex senador demócrata Richard Stone, que hace 10 días fracasó en su intento de establecer un canal de negociación entre el Gobierno y la guerrilla salvadoreña. Coincide, al mismo tiempo, con los esfuerzos realizados al más alto nivel por parte de los líderes de los países del grupo de Contadora, que intentan forjar soluciones pacíficas a los conflictos centro americanos y evitar una intervención militar de EE UU en el área.
Según el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, el nombramiento de Kissinger como jefe de la comisión mixta no interfiere en el papel de mediador de Stone, "que regresará probablemente a Centroamérica en un futuro próximo", dijo el portavoz de la Casa Blanca.
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