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Crítica:'ROCK'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Los rockeros los prefieren rubios

Una noche tranquila, salvajemente tranquila. De fuera del estadio llegaban los sones de una verbena de barrio. Las luces de la noria, musiquillas del tiovivo y las gentes como motos con sus charangas dando vueltas alrededor del campo del Rayo. Dentro del recinto deportivo las gentes del rock se entretenían agradablemenete repartidas entre el césped y las gradas. Algo más de media entrada. Entre 15.000 y 20.000 fans de todas las edades frente al enorme escenario. Presidiéndolo todo, un decorado magnamente hortera. Una señora provocativa y sicalíptica recostada con un balón de fútbol bajo los pechos y en medio la banda inglesa y Rod Stewart. La rubia estrellona escocesa resplandeciendo.Lo primero que salió de los labios de Rod Stewart fue Tonight I'm yours (Don't hurt me). "Esta noche soy tuyo", prometió el legendario mod. Y lo cumplió. Vestido con traje amarillo, sombrerito de paja, camiseta de tirantes roja, zapatillas azules en los pies y gargantilla azul, pajarita fucsia y crucecita de oro en el cuello -todo un poema de poderío-, Rod desmostró de qué iba aquello del pop cuando aún era arte. El segundo tema entró por los pies y se apoderó de todas las caderas inmediatamente. Sweet little rock and roller. Increíble pero cierto. Los viejos de la música joven siguen vivos y siguen siendo los mejores. El año pasado fueron los Rolling Stones y el concierto de este año ha sido sin duda el de Rod Stewart.

Rod Stewart

Concierto de rock. Campo del Rayo Vallecano. Madrid, 17 de julio.

Sólo lo auténtico permanece y vale. Lo otro, lo que se hace con la cara, puede vender momentáneamente muchos discos y no ser nada. Apenas una cifra. Desde los tiempos con Long John Baldry y el rhytm and blues británico pasando por el Jeff Beck Group, su primera aventura americana y en serio, hasta llegar a Faces, el grupo que le ayudó a conseguir su estilo, Rod Stewart movilizó en torno a su persona a legiones de seguidores cada vez que se ha presentado en público. El secreto está en que cada vez que sale a escena pone el corazón encima de las tablas. Y ese gesto, tan inusual en la música de hoy, a nadie puede escapársele. En el 75, Rod disuelve Faces y comienza su nueva y actual etapa de estrella con banda a la americana.

Rescatando los tiempos de libertad y locura de negros, Rod descargó un Rock me baby que saltó todos los corchetes. Y ya con las ligas caídas, todo lujuria, dejó caer la pregunta clave: Do you think Im Sexy? Miles de chicas y chicos con la boca abierta y los ojos en blanco dijeron "¡Sí¡". Como Mick Jagger, cuando el otro verano, este señor rubio de la voz cascada cada vez canta y baila mejor. Aunque uno echaba de menos las botellas de ginebra rodando por el escenario, las chicas bailando el can-can con las piernas al aire y todas las golferías de cuando los Faces.

La banda que en la noche del domingo acompañó a Rod Stewart era excelente. Muy buenos músicos, especialmente el señor de la batería, que daba unos pa los debatástrofe sísmica. El interior de la cabeza dando botes y Rod despejando balónes por encima de las cabezas de la hinchada. Música enorme, fútbol, aleo hol y señoritas. Un cuarteto venenoso. Veneno puro fueron las viejas Gasoline Alley y Maggie May. Canciones alcohólicas para quince añeras. Luego el lujo vol vió a sustituir a la lujuria y vinieron más temas de los últimos. Passion, Young turks, Tonight's the night, Hot legs. Bailando por la pasarela central del escenario, con la banda siguiéndole en fila india a todo gas, Rod interpretó su último gran éxito, Baby Jane.

Y el espectáculo acabó con los fuegos artificiales de la verbena vecina como telón de fondo. La magia y el encanto del azar convocados por un mago de taberna. Rod Stewart.

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