Paralizada la construcción de un edificio frente al acueducto de Segovia

El Ayuntamiento de Segovia ha acordado paralizar las obras de edificación que vienen realizándose en la plaza oriental del acueducto, sobre un solar de 2.000 metros cuadrados que ocupa toda su vertiente sur, cuya ejecución, pese a contar con la aprobación de la Dirección General de Bellas Artes, ha causado malestar entre los segovianos al generalizarse la opinión de que su volumen afecta negativamente a la panorámica y entorno del monumento romano.El acuerdo de suspender temporalmente la licencia municipal fue adoptado en la noche del lunes y se basa en el incumplimiento de una de las condiciones de la autorización, referente a la reposición al tráfico viario de la calle posterior a los edificios en construcción, clausurada a consecuencia de los desprendimientos que originó en la misma el vaciado del solar. Con anterioridad y posterioridad a la concesión de la licencia, el ayuntamiento había requerido al efecto a la empresa promotora, sin que ésta haya procedido a realizar la reparación exigida.

En base a este incumplimiento, la comisión municipal permanente ha adoptado el acuerdo de paralizar temporalmente las obras, a excepción de aquellas necesarias para la reparación de la calle clausurada, al tiempo que ha ordenado a los servicios técnicos municipales el levantamiento de planos y, tomas fotográficas del estado de ejecución del proyecto con autentificación notarial. El acuerdo se adoptó por unanimidad de todos los miembros de la comisión permanente, si bien dos de ellos, los tenientes de alcalde José Ignacio García, del Grupo Popular, y Alberto García Gil, independiente, tuvieron que abandonar la sesión en este punto al hallarse vinculados a la empresa promotora.

Pese a que la suspensión de la licencia se fundamenta exclusivamente en dicho cumplimiento, se estima que con la paralización de las obras el ayuntamiento se propone reconducir o moderar un volumen de edificación a 25 metros del acueducto que está sorprendiendo a propios y extraños. Sin embargo, de ser cierto este propósito, ello podría dar lugar a fuertes indemnizaciones de la empresa promotora, ya que el proyecto en cuestión cuenta con todas las autorizaciones legales, incluida la de la Dirección General de Bellas Artes. Esta última se basó en lo dispuesto en el plan parcial especial de El Salvador, aprobado por el ayuntamiento y Bellas Artes en 1975 y uno de cuyos redactores es el propio Alberto García Gil, a la sazón arquitecto autor del polémico proyecto. La licencia municipal de obras fue concedida por el ayuntamiento el pasado año, después del dictamen favorable de dicha dirección general, a quien la comisión provincial del patrimonio traspasó la decisión.