La CEE recomienda recortar la capacidad europea de refino

Los ministros de Energía de la CEE aprobaron ayer un llamamiento a las refinerías de petróleo en Europa para que recorten su capacidad desde aquí hasta finales de la actual década. No llegaron, sin embargo, a ponerse de acuerdo sobre cifras. La Comisión Europea pedía una reducción del orden del 23%. En cualquier caso, no se trata de una imposición desde la cúspide, sino de una recomendación, por la cual son las propias empresas las que tienen que decidir la amplitud de los recortes.Para la Comisión Europea, a pesar de los cierres de refinerías en los últimos años en Europa, la capacidad de producción sigue por delante de la demanda. En 1977, la capacidad era de 850 millones de toneladas anuales. En diciembre de 1982, la capacidad de las refinerías en la CEE había bajado ya a 675 millones de toneladas. La decisión depende, sin embargo, de las empresas, y muchas de ellas no están en manos europeas. Para los diez, es necesario disminuir el número de refinerías, avanzando hacia unas plantas más especializadas, si bien teniendo en cuenta las necesidades planteadas por la seguridad.

El consumo interno de petróleo en la CEE ha disminuido en un 21% entre 1979 y 1982, mientras la demanda de energía ha bajado un 11,5%. Es, pues, el petróleo el que más ha padecido de las actuales circunstancias. Si en 1979 éste representaba un 54,5% del consumo de energía de la Comunidad, en 1982 había bajado a un 49%. Las tendencias han favorecido a los combustibles sólidos y a la energía nuclear en la producción de electricidad.

Los diez discutieron, asimismo, ayer en Bruselas las propuestas de la Comisión Europea para un programa energético quinquenal, que costaría a la CEE entre 1.500 millones de dólares al año. Se ha de hacer un mejor uso de la energía, diversificando sus fuentes y fomentando el consumo del carbón, las centrales nucleares, el gas y las fuentes renovables de energía.

La Comisión proponía la instauración de un nuevo impuesto en la CEE para financiar este programa. Consistiría en una tasa sobre el uso no industrial de la energía. La propuesta fue recibida por los diez con poco entusiasmo.