Los sandinistas ilegalizan al Partido Conservador Demócrata
El Gobierno sandinista ha proscrito al Partido Conservador Demócrata (PCD) por considerar que representa a "fuerzas reaccionarias que no tienen ya vigencia en el proceso político" del país, según los términos empleados por el presidente del Consejo de Estado, comandante Carlos Núñez, al anunciar esta decisión que resucitará sin duda la polémica sobre el pluralismo político de Managua.Como justificación principal, señaló Núñez el envío de una carta del PCD al presidente de Venezuela, Luis Herrera Campins, en la que le solicitan que patrocine un diálogo entre el Gobierno nicaragüense y las fuerzas alzadas en armas. Una razón que por sí sola parece insuficiente para adoptar medida tan extrema contra el partido más antiguo de Nicaragua, constituido en 1821 tras la independencia.
La ilegalización del Partido Conservador Demócrata podría estar relacionada con los vínculos que algunos de sus dirigentes han mantenido con las fuerzas contrarrevolucionarias.
El Gobierno apuntó en este sentido semanas atrás que Adolfo Calero, uno de sus líderes, estaría relacionado con el intento de asesinato del canciller, Miguel d'Escoto, hecho que originó la expulsión de dos diplomáticos norteamericanos y, como represalia, el cierre de todos los consulados nicaragüenses en Estados Unidos.
El PCD estaba considerado como el partido más característico de la burguesía nicaragüense. A juicio de algunos observadores era la fuerza política de mayor peso en la derecha para oponerse al Frente Sandinista en las elecciones de 1985. De sus filas salieron dos pequeños grupos disidentes, que podrán mantener su actividad. A uno de ellos pertenece Rafael Córdoba, miembro de la actual junta de Gobierno.
La proscripción del PCD se suma a la del Movimiento Democrático Nicaragüense (MDN) que dirige Alfonso Rovelo, hoy en la oposición armada junto a Edén Pastora.
A la derecha nicaragüense le queda ahora únicamente la opción del Partido Social Cristiano, que cuenta con el importante apoyo de la iglesia oficial. Otros grupúsculos liberales no tienen ninguna opción de cara a las elecciones próximas.
A medida que avanzan las agresiones armadas contra el Gobierno sandinista, se va reduciendo también el mapa político del país, hasta el punto de que empiezan a surgir serias dudas sobre el carácter pluralista que puedan tener las elecciones de 1985.
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