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Los secuestradores del avión iraní se entregaron en París, tras la intervención de Radjavi, líder de los 'muyaidines'

Un líder de la oposición iraní contra Jomeini, el jefe de los muyaidines del pueblo, Masud Radjavi, refugiado en Francia, consiguió ayer convencer a los piratas del aire que habían aterrizado en el aeropuerto parisiense de Orly con un avión de la compañía Iran Air con más de 200 pasajeros a bordo, para que se entregasen a las autoridades francesas. Es posible que Francia no conceda la extradición que contra ellos solicitó inmediatamente el Gobierno de Teherán. Un número Indeterminado de pasajeros ha solicitado asilo político en Francia, mientras que el resto ha pedido regresar a Irán. No se han dado a conocer los términos precisos de la eventual negociación para que todo terminase con relativa facilidad.

Los seis secuestradores serán juzgados en Francia en aplicación del artículo 462 del Código Penal, según informaron fuentes gubernamentales.La aventura comenzó el pasado día 6, miércoles, en Irán, entre las ciudades de Chiraz y Teherán, cuando fue secuestrado el avión con 390 pasajeros a bordo. Después se vio forzado a aterrizar en Kuwait para repostar y, bajo escolta de cinco piratas, armados con ametralladoras y pistolas, fueron liberados 186 pasajeros.

Ayer, a las siete de la mañana, aterrizó en el aeropuerto parisiense de Orly, a pesar de la prohibición de las autoridades francesas. Inmediatamente fue cercado por fuerzas de la policía.

Se vivió un momento dramático cuando el comando amenazó con volar el aparato con los viajeros dentro. Después se inició la negociación. Los presuntos militantes muyaidines, a cambio de la liberación de sus rehenes, pedían únicamente dialogar con su jefe, Masud Radjavi. Hubo un tira y afloja entre los representantes del Gobierno y los piratas para que, a media tarde, Radjavi, se trasladase a Orly.

Desde la torre de control, el líder de la oposición contra Jomeini, autoritario y en términos inequívocos, ordenó a los piratas que liberaran a los rehenes. No hizo falta mucho para que obedecieran.

En un primer momento autorizaron la salida de todos los pasajeros, pero en el interior mantuvieron como rehenes a 18 miembros de la tripulación.

La operación concluyó, sin más incidentes cuando Radjavi mantuvo una conversación con los secuestradores, que concluyó con la siguiente frase: "Os ordeno que abandonéis el avión". Tras responder: "Sí, comandante", los piratas del aire se entregaron a la policía.

Dudas de Radjavi

Radjavi formuló unas declaraciones en las que manifestó sus dudas de que los secuestradores del avión sean en realidad de la organización que él dirige. "De ser muyaidines", dijo, "no hubiesen venido aquí, ya que ello puede hacer aumentar la presión del régimen de Jomeini sobre el Gobierno francés".

Los muyaidines del pueblo son un movimiento de izquierda -una extraña síntesis entre los preceptos del islam y la doctrina marxista- fundado en la década de los años sesenta. Desde que el imán Jomeini destituyó al presidente de la República Islámica Bani Sadr, los muyaidines pasaron a la oposición y combaten violentamente al régimen jomeinista.

Los muyaidines fueron declarados fuera de la ley por las autoridades iraníes en junio de 1981, a raíz de lo cual fueron detenidos muchos de los militantes, acusados de participar en actividades terroristas.

Radjavi y Sadr viven en Francia, no lejos de París, en el poblado de Auvers-sur-Oise, desde hace ahora justamente dos años. Ambos fundaron en agosto de 1981 el Consejo Nacional de Resistencia. Radjavi está casado con una hija de ex presidente Sadr. El nuevo episodio de la guerra que libran adversarios y partidarios de Jomeini en suelo francés complica un poco más las relaciones franco-iraníes. Francia, en tiempos del presidente Valéry Giscard d'Estaing, acogió al que era el jefe de la oposición al sha, el ayatollah Jomeini.

Tras el derrocamiento del emperador a manos del líder religioso, Francia, a su vez, acogió a numerosos enemigos de la República Islámica y se convirtió en campo de batalla donde los iraníes dirimen sus fanatismos.

El último jefe del Gobierno del sha, Bajtiar, también se refugió en París y, en dos ocasiones que se sepa, ha estado a punto de perecer en atentados de inspiración jomeinista. La llegada de Sadr y Radjavi, en 1981, complicó aún más el panorama.

Ahora parece posible que el Gobierno francés no acceda a la demanda de extradición presentada por las autoridades de Teherán contra los componentes del comando secuestrador del Boeing 747 que ayer aterrizó en Orly.

París puede considerar que la acción terrorista ha sido motivada por razones políticas.

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