Ledesma y Martínez Zato explican a los directores de las cárceles el sentido de la reforma

El ministro de Justicia, Fernando Ledesma, y el director general de Instituciones Penitenciarias, Juan José Martínez Zato, se reunieron ayer en Madrid con los directores de las 80 cárceles españolas, 23 de los cuales han sido recientemente nombrados por la nueva Administración socialista. En la reunión, que supone la culminación de la reestructuración penitenciaria puesta en marcha por el departamento, los responsables de Justicia explicaron a los directores el sentido de la reforma.

Ledesma y Martínez Zato se dirigieron a los directores de prisiones en el salón de actos del reformatorio del centro penitenciario de Carabanchel, y terminó con un almuerzo en el que participaron todos los asistentes. La reunión comenzó con una larga intervención de Martínez Zato, que resumió la labor de Instituciones Penitenciarias durante los últimos meses. El director general hizo especial hincapié en la Comisión de Asistencia Social, que se constituirá formalmente el lunes, y de la que dependerán 500 funcionarios cuyas plazas se crearán próximamente.El ministro dijo por su parte que "es necesario que exista una estrecha confianza entre el Ministerio y los directores", y agregó en este sentido que no habrá discriminaciones de tipo ideológico, sino que "esa confianza debe estar basada en el cumplimiento del deber y de la política de reforma penitenciaria, y se romperá sólo en el caso de que esto no sea así".

Ledesma subrayó especialmente el hecho de que los directores son los representantes del poder público en las cárceles, y afirmó que el eje de la reforma penitenciaria es que en las prisiones reine el Estado de Derecho y el principio de legalidad para todos, funcionarios e internos. Explicó que los derechos que como tales tienen los reclusos no deben ser considerados como un premio, sino simplemente como un derecho. Agregó que la actividad penitenciaria, como todas las de carácter público, debe estar sometidas a control y, por ello, no hay que asustarse por la actuación de los jueces de vigilancia. Por último, el ministro indicó que el director es el responsable de los funcionarios y de que estos se ajusten a la legalidad.

El cambio social

Posteriormente, Ledesma declaró en conferencia de prensa que "es totalmente imprescindible sintonizar con el sentido del cambio social y comprender el sentido profundo de esa transformación". "Parto de la idea", aseguró, "de que todo es mejorable, que avanzar siempre es posible y que transformar las cosas que no nos gustan siempre se puede llevar a cabo si se tienen los objetivos claros y una voluntad política y profesional".

El ministro subrayó también el derecho que tienen todos los funcionarios de exigir del Estado el establecimiento de un estatuto Jurídico profesional que incorpore las mayores dosis posibles de seguridad jurídica profesional, y dentro de ésta, el derecho a una retribución económica justa, máxime en estos puestos de trabajo duro, difícil y a veces arriesgado en las prisiones.