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La constructora Colomina paraliza las obras del hospital comarcal de Alcalá de Henares

Ana Alfageme

La constructora Colomina, SA, ha paralizado las obras del hospital comarcal de Alcalá de Henares y alega dificultades económicas para continuar los trabajos, cuya terminación fue prevista en principio para la primavera de 1983, según fuentes del ayuntamiento de esa localidad. La edificación de este centro sanitario fue reivindicada en movilizaciones populares desde 1978, y las obras comenzaron hace dos años. En la última manifestación, que se registró poco antes de empezar la construcción y que estuvo encabezada ya por la corporación elegida en abril de 1979, participaron cerca de 15.000 personas.

El hospital, que debe tener 670 camas, está destinado a cubrir las necesidades sanitarias de 36 municipios del corredor Madrid-Guadalajara, algunos de ellos importantes por su población, como San Fernando de Henares y Coslada. Un portavoz de la empresa Colomina manifestó ayer que la paralización de las obras se debe a la difícil situación económica de la sociedad, originada por los 1.635 millones de pesetas que le adeudan diferentes organismos públicos, entre ellos el Insalud (Instituto Nacional de la Salud).Concretamente, en el caso del hospital de Alcalá, la deuda es cifrada por la emprela en 130 millones de pesetas, correspondientes a las certificaciones de obras de abril y mayo, que se encuentran pendientes de tramitación. El Insalud debe en total a Colomina, SA, según el mismo portavoz, 435 millones de pesetas. Esta empresa realiza actualmente obras en la residencia sanitaria de Cartagena y construye el hospital materno-infantil de Gijón.

Mercedes Martínez, administradora general del Insalud para la zona de Alcalá, manifestó ayer que efectivamente quedan por pagar las últimas certificaciones de Colomina, debido a los trámites burocráticos habituales, si bien ello no supone ninguna demora especial. "En condiciones normales", señaló, "la empresa habría cobrado en los próximos días, cuando en tesorería dieran la orden de pago". Mercedes Martínez considera que esas cantidades pendientes, "que apenas suponen nada en el volumen de negocio de esa empresa", no son realmente la causa de la detención de los trabajos, que estaría motovada por la situación económica anterior de la sociedad.

Adjudicación a la baja

La empresa Colomina, una de las más antiguas y más importantes delsector de la construcción, presentó solicitud de suspensión de pagos en un juzgado madrileño el 13 de febrero pasado, con un activo de 2.500 millones y un pasivo inferior en 1.000 millones. En 1982 tenía una plantilla de 580 trabajadores (reducidos luego a casi la mitad) y cerca de 1.000 contratados eventuales. En los trámites para reducir plantilla, la dirección alegó unas pérdidas de 143 millones en 1978; 64,7 millones en 1979; 19,3 millones en 1980, y 116 millones en 1981. Fuentes oficiales del Ayuntamiento de Alcalá de Henares señalaron ayer que Colomina concursó para la adjudicación de las obras del hospital con un presupuesto un 20% inferior al tope máximo fijado. La edificación del centro ftie adjudicada hace cuatro años, en la cantidad de 1.500 millones de pesetas. Según estas fuentes, Colomina ofreció un presupuesto bajo para ganar el concurso, y no ha podido llevar las obras a término porque en realidad necesitaba una cantidad mayor.El portavoz de la empresa discrepó de esta apreciación, y manifestó ayer que las cinco sociedades que participaron en la última fase de la selección tenían unas diferencias de presupuesto que se situaban en tomo a un 5%, "y nos llevamos la adjudicación con una diferencia de algo más de un punto respecto de la empresa situada a continuación. No fue una baja temeraria, sino una baja normal". La empresa espera continuar las obras una vez que reciba las cantidades adeudadas, lo que estima no se producirá hasta octubre.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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