La URSS y los niños españoles

Después de leer el escrito de Félix Bayón sobre los, niños españoles enviados a la Unión Soviética durante la guerra, me siento en la obligación de hacer algunas puntualizaciones, ya que en mi carácter de miembro del Consejo Nacional de la Infancia Evacuada, dependiente del Ministerio de Instrucción Pública, intervine directamente en la organización de dichos envíos.Refiriéndome a la malévola alusión al propósito de los dirigentes soviéticos de formar en esos niños a futuros dirigentes políticos, hay que pensar que a su servicio, debo decir que ya mucho antes de que se viera la conveniencia de realizar envíos de niños al exterior, dada la creciente escasez de alimentos y de medíos necesarios para su cuidado, tanto material como intelectual y psíquico, los miembros de la representación soviética en la España republicana demostraron gran interés por nuestros niños, y trataron de ayudarles en todo cuanto estaba a su alcance. Así, por ejemplo, apadrinaron a los niños del refugio Pasionaria de Barcelona, donde vivían en condiciones muy precarias 500 mujeres y 150 niños, llegados en su gran mayoría de los pueblos del frente de Aragón, de Asturias y Navarra. Se comenzó por crear un llamado rincón blanco en una esquina del comedor del refugio, en el que se daba a los niños leche y pan dos veces al día, proporcionados por el personal de la Embajada soviética. Se le llamó rincón blanco porque se límpió y pintó aquella parte del local así, y, además, había una enfermera que atendía las pequeñas dolencias de los niños. Personal de la representación soviética viajaba todos los meses a Perpiñán, y surtían al comedor infantil del refugio Pasionaria de todo lo necesario, tanto en alimentos como en material escolar. En ciertas fechas se celebraron fiestas entregando dulces yjuguetes a los niños, todo sufragado por dicho personal.

De este refugio salieron muchos niños para la Unión Soviética, siempre a petición de sus madres. Recibí de ellos muchas cartas en las que se deshacían en elogios al trato que estaban recibiendo en los lugares de llegada.

Muy diferente fue la actuación de ciertos organismos, como un denominado Council Committee inglés, que estableció en Puigcerdá una colonia infantil para 25 niños y, como pudimos comprobar, atendiendo a denuncias de habitantes del lugar, su único propósito era ayudar a la fuga de españoles a Francia, cobrando sumas importantes por su ayuda. /