Asad arremete contra Arafat y amenaza a quienes quieran perjudicar a Siria
El presidente sirio, Hafez el Asad, acusó ayer por primera vez, implícitamente y sin nombrarle, a Yasir Arafat, líder de la Organización para la, Liberación de Palestina (OLP), de haber "condenado, muchas veces de forma premeditada, los sacrificios consentidos por Siria, los esfuerzos que ha realizado y la sangre vertida por sus mártires".
"Responderemos con los medios adecuados a aquellos que quieren perjudicar a Siria", declaró el presidente en un discurso publicado ayer por la Prensa de Damasco. Arafat fue expulsado el pasado viernes de Siria por las autoridades sirias.Tras los combates que se desarrollaron en la noche del martes al miércoles entre fedayin partidarios de Arafat y elementos rebeldes, una tensa calma reinaba ayer en la llanura libanesa de la Bekaa.
En estos choques armados resultaron muertos 17 milicianos palestinos, 15 de los cuales eran guerrilleros leales a la actual dirección palestina.
Algunos indicios permitían, sin embargo, predecir una rápida reanudación de los enfrentamientos. Según un portavoz oficial palestino en Trípoli, "las fuerzas rebeldes confluían de forma alarmante hacia Baalbek", una de las tres ciudades importantes de la Bekaa.
El envío de tropas insurrectas a Baalbek se explica, aparentemente, por el deseo de evitar que los fieles a Arafat, establecidos en esta ciudad del noreste de la llanura libanesa, puedan desplazarse hacia el Sur, donde estos últimos días los disidentes han ganado terreno apoyados en su avance por el Ejército sirio y el contingente libio de la Bekaa.
La situación de los militares palestinos adictos a Arafat era ayer muy delicada, al encontrarse cercados por los disidentes que capitanea Abu Musa y, sobre todo, por tropas sirias, que les impiden recibir refuerzos leales, municiones e incluso alimentos.
Aparte de Baalbek, ciudad en la que se prevé el próximo estallido de combates, el comandante en jefe adjunto de las fuerzas palestinas leales, Abu Jihad, pronosticó que el plan tendente a liquidar la resistencia palestina se ampliaría hasta Trípoli, segunda ciudad de Líbano, en cuya periferia están instalados varios cani pamentos de refugiados. Los milicíanos encargados de su defensa han permanecido hasta ahora fieles a Arafat.
Abu Jihad aseguró, sin embargo, en una conferencia de prensa celebrada en el campamento de Baadaui, en las afueras de Trípoli, que Al Fatah defenderá sus posiciones hasta el último hombre.
En su discurso, recogido ayer por la Prensa siria, el presidente Asad evocó también el acuerdo entre Líbano e Israel firmado en mayo, y subrayó que "la zona de seguridad. prevista se acercaba a tan sólo 23 o 24 kilómetros de Damasco, mientras que pasaba a 200 kilórnetros de Tel Aviv". "Si la defensa de Damasco exige una guerra, sea. No podemos tolerar que Israel esté tan cerca de la capital siria", añadió.
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