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Solchaga anticipa que las entidades financieras podrán convertir en capital sus creditos a las empresas en reconversión

El ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, anticipó ayer que las entidades financieras, bancos y cajas de ahorro, dentro de las alternativas para financiar los procesos de reconversión, podrán tomar créditos participativos en las empresas en crisis; es decir, convertir en capital sus actuales riesgos crediticios. Solchaga, en su primera exposición al Senado de los planes de reconversíón, expresó la voluntad del Gobierno de no financiar el coste económico de la reindustrialización con una mayor aportación de recursos públicos, especialmente si el Estado no dispone previamente del control accionarial de las empresas.En un posterior encuentro con los periodistas, Solchaga manifestó que está dispuesto a dimitir si su persona se convierte en un obstáculo para que la reconversión que su departamento propone sea un éxito.

Aunque el ministro de Industria reiteró, en su exposición a la Cámara alta, las líneas maestras del Libro Blanco de la reconversión, sí amplió algunos extremos prácticos de los mecanismos que el Gobierno propone para llevarla a cabo. Insistió, por otra parte, en sus críticas a los anteriores esfuerzos para proceder a una modernización de la industria española y justificó cuál es la filosofia concreta que encierra el programa de la actual Administración, basada en el rigor y la solidaridad de todos los agentes sociales involucrados.

El ministro de Industria reiteró la voluntad de su departamento de negociar con las entidades financieras las fórmulas concretas para proceder a la financiación de la reconversión, y escondió una cierta advertencia en sus palabras al señalar que al Gobierno le basta una orden ministerial para obligar a la banca y cajas de ahorro a destinar parte de sus recursos a los programas propuestos.

Solchaga explicó el funcionamiento del subcoeficiente propuesto para este fin, que dijo podrá ser cubierto de doble forma: bien a través de la cobertura directa con inversión crediticia a las empresas o depositando los recursos afectados en el Banco de Crédito Industrial (BCI), de forma que sea esta entidad quien tome los riesgos. El ministro insistió en la necesidad de que los planes de reconversión se financien con ahorro y recursos privados, dada la situación del déficit público.

Moya, sobre siderurgia

Por otro lado, Enrique Moya, presidente del Instituto Nacional de Industria (INI), manifestó, en las jornadas informativas sobre siderurgia celebradas en la sede del instituto, que los excedentes de plantilla en las empresas siderúrgicas, construcción naval y bienes de equipo del grupo afectarán a 20.000 trabajadores, aunque los planes de reconversión generarán, en otros sectoes, un número similar de nuevos empleos.

Moya descartó la instalación de un nuevo TBC (tren de bandas en caliente) en un horizonte de tiempo bastante dilatado y anunció que, "desgraciadamente, la cabecera de los altos hornos de Sagunto deberá ser cerrada gradualmente". El presidente del INI calificó de asignatura pendiente el proceso de reindustrialización del país, especialmente en una sociedad, como la española, que "ha sido capaz de efectuar la reconversión política y social ejemplarmente".

También expresó su opinión sobre el Libro Blanco y dijo que, por convicción y no sólo como presidente del INI, suscribe plenarnente sucontenido. Dijo que las pérdidas en siderurgia integral alcanzaron los 38.129 millones de pesetas en 1982, cifra insostenible para una economía saneada. En sólo cuatro años, añadió, las tres siderurgias integrales han perdido 160.649 millones de pesetas.

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