El voto de las dos Italias
Turín y Nápoles, el Norte y el Sur, polarizan las elecciones anticipadas provocadas por los socialistas
Cerca de 44 millones de italianos han sido convocados a las urnas hoy y mañana para renovar los 630 escaños de la Cámara de Diputados y los 315 del Senado, a los que aspiran unos 10.000 candidatos. Cerca del 51% del censo está compuesto por mujeres, y 3.800.000 personas podrán emitir su voto por primera vez. Simultáneamente, unos 800.000 votantes participarán en la renovación parcial de consejeros locales, provinciales y regionales en varias zonas del país.
Por encima de las frías cifras de estas elecciones anticipadas, de las que surgirá el Gobierno número 44 desde el final de la segunda guerra mundial, emergen dos Italias diferenciadas por su estructura económica y social, protagonistas de esta enésima contienda electoral: el Norte y el Sur, la norteña Turín y la meridional Nápoles. Dos ciudades, con sus características especiales, que sirven de reflejo de esta realidad. Un enviado especial de EL PAÍS las ha visitado y elaborado este informe.El Norte y el Sur, esto puede parecer un tópico a primera vista, pero responde a hechos concretos El norte de Italia fue el motor del desarrollo y la industrialización, de la modernidad, mientras el Sur donde el peso de las estructuras tradicionales era mayor, aportaba la mano de obra, la emigración hacia los centros industriales septentrionales.
En los últimos lustros ha habido una serie de factores que han corregido esa diferenciación. Al Sur han llegado vectores de dinamismo económico (industria electrónica) y cultural. Uno de nuestros interlocutores nos dijo que incluso se podía hablar de revolución cultural, especialmente en lo que se refiere a la emancipación de la mujer.
Sin embargo, subsiste esa diversidad entre las dos Italias, separadas por un colchón intermedio, el centro. En el Sur están concentrados 1.600.000 parados, la mitad de los existentes en el país. La renta por habitante es inferior en cerca del 30% a la del Norte. En términos políticos, se puede decir que el Mediodía sigue siendo, fundamentalmente, el bastión de la Democracia Cristiana (DC), mientras la izquierda, en línea general, predomina en el Norte.
"La diferencia fundamental entre estas dos zonas radica en su estructura económica. El Sur es dependiente del Norte, los centros de decisión económica se encuentran fuera del Sur", dice Nando Morra, miembro de la secretaría regional del Partido Comunista Italiano (PCI) de la Campania y jefe del Grupo Parlamentario Comunista en el Parlamento regional de Nápoles.
Turín, con sus calles trazadas a cartabón y escuadra y sus palacios decimonónicos, tiene fama de ser una ciudad fría. "Es la ciudad italiana más cercana al temperamento centroeuropeo", explica Luigi Bosco, economista, asesor económico del partido socialista. Históricamente, ha sido la capital de la industria privada y cuenta con una institución que ha sido motor de la industrialización italiana, la fábrica de automóviles Fiat, que hoy lo es también de la crisis.
El alcalde de Turín
La frialdad de la ciudad se nota también en el desarrollo de la campaña electoral. La ciudad, bañada intermitentemente por la lluvia parece lejana a ella. Todas las fuerzas políticas reconocen que hay desinterés por. la campaña y hablan del distanciamiento entre la sociedad política y la sociedad civil.
Si Nápoles está en primera línea de la actualidad por las redadas contra la Camorra, Turín lo ha estado porque ha sido la primera gran ciudad italiana en la que la izquierda se ha visto envuelta en un escándalo económico. Por culpa de comisiones recibidas por miembros de la Administración de manos de negociantes fácilmente enriquecidos, seis administradores socialistas del municipio y la región, siete democristianos y un comunista han acabado en la cárcel. Era un tema obligado de conversación.
"En las anteriores elecciones locales la izquierda llegó al poder después de hacer una campaña en la que se presentaba como una fuerza política con las manos limpias. Dijeron que podían gobernar con mayor credibilidad. Ha pasado lo que ha pasado. A la DC se le podrá criticar su gestión de Turín, pero no se puede dudar de la corrección con que la ha realizado", afirma Guido Bodrato, ministro del Balance y número uno en las listas de la DC en Turín.
El escándalo ha dañado las relaciones entre los comunistas (mayoritarios) y los socialistas, ya que la denuncia partió del alcalde, Diego Novelli (del PCI), apreciado en la ciudad por su rigor moral en el gobierno del municipio. Se produjo así la ruptura de izquierda, y hoy los comunistas administran la ciudad en minoría.
"La condición para que el partido socialista (PSI) vuelva a la junta municipal es que se vaya Novelli", contesta secamente Giuseppe la Ganga, candidato a diputado socialista, hombre joven, hecho a la imagen y semejanza del dirigen te máximo del PSI, Bettino Craxi. La replica a esta posición de Piero Fassino, joven dirigente comunista turinés, alto y con una mirada casi de visionario, no es menos tajante: "Nosotros lo tenemos muy claro: mientras el PCI tenga la mayoría en la ciudad, Novelli seguirá siendo alcalde".
El alcalde Novelli recibió a este enviado en su despacho oficial, repleto de informes, legajos y libros. Preguntado sobre esas discusiones y las críticas recibidas, respondió, con una energía cercana a la dureza: "El momento no lo elegí yo, En cuanto tuve conocimiento de los hechos fui inmediatamente a denunciarlos ante los jueces. No sé si usted está afiliado a algún partido, pero si así es y le roban la cartera, usted no irá a denunciarlo primero a su partido, sino a la policía o a los jueces. Éste es el caso. Cada actividad tiene su marco, y la política se discute en el seno de los partidos, pero los temas que afectan a los jueces deben discutirse con la Magistratura".
Cuando a primeros de junio se desarrolló en Turín una manifestación de 200.000 personas, metalúrgicos en su mayoría, en apoyo de la renovación de los contratos de trabajo en la industria del automóvil, la muchedumbre coreó el nombre de Novelli. Al día siguiente, Berlinguer tuvo que referirse al tema del rigor moral en un mitin de la misma ciudad.
La Ganga, candidato socialista, mantiene que Novelli tiene que dimitir: "Es el único político del mundo que se niega a responsabilizarse de lo que ha ocurrido en su Administración; que aprenda de Brandt". "¿Responsabilidad mía en qué?, que lo digan claro los socialistas. De acuerdo, Brandt dimitió como canciller por algo, pero fue la policía quien lo descubrió. En nuestro caso fui yo quien hizo la denuncia, ésta es la diferencia entre ambos casos", responde Novelli.
El alcalde habla de la crisis estructural de la ciudad, del paro, de la recuperación económica. "Es necesaria una mayor producción, mayor productividad, mayores beneficios, pero no hay que olvidar el factor principal: la gente; es la única forma de superar esta crisis del actual modelo de vida, de consumo, de valores", dice Novelli.
Nápoles
A hora y cuarto de vuelo se encuentra otro mundo: Nápoles. Tráfico desenfrenado y caótico, vendedores ambulantes con las mercancias más variopintas, desde fruta a recuerdos turísticos, pasando por literatura pomo.
Los edificios afectados por el terremoto de 1980 siguen con los andamios colocados en espera del final de una lenta reparación. La suciedad, después de la pulcritud de Turín, salta a la vista. Los carteles electorales colocados en las fachadas de las casas por la noche aparecen al día siguiente por el suelo.
Los taxistas se quejan porque nadie respeta las señales de tráfico, especialmente las que indican calles en las que sólo pueden circular medios de transporte público y que son invadidas por motos y vehículos particulares.
Al atardecer, la oscuridad empieza a adueñarse de la ciudad. El alumbrado público se enciende cerca de las diez de la noche, mientras los comercios tapan sus escaparates con cierres de planchas metálicas. Puede ser momento ideal para la delincuencia menor.
Males ciudadanos
La gente te habla de esto. Son muchos los males que aquejan a la ciudad, y por eso hay cierta comprensión hacia el alcalde Maurizio Valenzi, también comunista -una excepción en el Sur-, como el de Turín. Porque Nápoles, lo reconocen todos, tiene un problema prioritario, la reconstrucción de los barrios afectados por el terremoto. Aunque el nivel de destrucción no alcanzó la magnitud de las-zonas circundantes, las casas del centro histórico resultaron afectadas en su estructura y quedaron prácticamente inhabitables.
Unas 40.000 personas viven, tres años después, en habitaciones provisionales. Millares de ellas en una especie de contenedores, donde es casi imposible vivir en verano por el calor y en invierno por el frío. Otras gentes han sido instaladas en escuelas, por lo que han tenido que ser suspendidas las clases.
Para hacer frente a esta situación se elaboró un programa de construcción de viviendas (13.500), centros escolares, sociales y deportivos, y se dieron poderes especiales al alcalde napolitano para llevar adelante el plan. Hace unos días se entregaron las primeras casas.
"El Gobierno destinó 90.000 mi
El voto de las dos italias
llones de pesetas para esta tarea. En el primer momento llegaron30.000 millones, luego tuvimos que efectuar grandes presiones para conseguir otra cifra igual. El resto lo estamos esperando aún, tres años despues del terremoto", afirma el alcalde: Valenzi.
El alcalde nos recibió en un despacho dicciochesco, con artesonados y cuadros, armonía rota por un videoterminal y un televisor. En un ángulo hay una pintura de Picasso. "Me la regaló un ingeniero", dice, "pero como no puedo aceptar ningún obsequio por razones obvias, la donaré al municipio".
Los asesores municipales nos hacen una enumeración de los graves problemas de la ciudad, aparte de la reconstrucción. En primer lugar, el paro. El carácter dependiente de la estructura económica del Sur hace que los efectos de la crisis sean niás graves. Una cnidad de 1.200.000 habitantes, como Nápoles, cuenta con 120.000 parados y con unas cifras de subempleo importantes, aunque dificiles de concretar. Para colmo, una de las actividades principales de la ciudad, la textil y el trabajo de la piel, se realizaba en los domicilios de los barrios del centro histórico * Al tener que abandonar las casas por el terrernoto, esa actividad artesanal ha sufrido un duro golpe.
El hacinamiento, grave problema
Otro grave problema, el hacinamiento: Nápoles tiene una densidad de población de nivel casi asiático (en algunos distritos, más de 40.000 habitantes por kilómetro cuadrado). Esto supone un grave problema para la calidad de vida.
Finalmente, la delincuencia, el crimen organizado, la Camorra. De la región napolitana es el boss Raffaele Cutolo, y aquí ha encontrado su caldo de cultivo para construir su imperio.
En este terna entramos en la polémica que apasiona en los mítines electorales. La izquierda, especialmente el partido comunista, se cuida de vincular camorra y DC. Sin embargo, considera que el sistema de poder democristiano ha favorecido el desarrollo del crimen organizado. "No se puede afirmar que toda la Democracia Cristiana sea camorrista", dice Valenzi, y añade: "pero no hay que olvidar que esta organización necesita protecciones políticas. En el origen, sobre todo en la provincia, la delincuencia vendió votos a ciertos políticos, a cambio de algo, naturalmente. Luego este intercambio alcanzó niveles más graves y preocupantes".
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