La semiótica debería utilizarse como un instrumento crítico, según los investigadores
La necesidad de que la semiótica sea utilizada como un instrumento crítico de interpretación de la realidad y que sus investigaciones se centren en los aspectos pragmáticos de la comunicación o proceso de transmisión de mensajes culturales por cualquier medio es una de las conclusiones que figuran en el informe final que ha elaborado el catedrático Miguel Angel Garrido Gallardo, secretario general del Congreso Internacional de Semiótica e Hispanismo, que fue clausurado ayer en Madrid. En esta reunión científica han participado más de 500 especialistas de todo el mundo, especialmente del de habla castellana.
El congreso ha reunido por primera vez a una escala masiva a especialistas en filología hispánica (estudiosos de la lengua y de la literatura) que utilizan instrumentos procedentes de la semiótica o semiología y a semiólogos no lingüistas -(especialistas de cultura de masas, comunicólogos ... ) Estas dos comunidades científicas suelen trabajar en un clima de mutuo desconocimiento y recelo) y en esta ocasión han podido ponerse en contacto y han sometido a crítica la viabilidad del rótulo semiótica que a veces sólo encarnaba la ignorancia bajo un término pedante".En el congreso se han presentado más de 200 comunicaciones sobre los temas más diversos relacionados con la semiótica o ciencia de los distintos signos, códigos o lenguajes.
En el plano científico se ha señalado que la semiótica se confirma no como una ciencia sino más bien como una actividad científica que puede aplicarse a cualquier dominio de las ciencias humanas, como un nuevo "punto de vista" analítico que añade insospechados resultados a lo que se conseguía antes con los procedimientos tradicionales (Todorov).
Por su parte, especialistas como Gianfranco Bettetini, Fernando Lázaro Carreter o Cesare Segre han señalado desde diversas perspectivas que el desarrollo de la semiótica ha de centrarse fundamentalmente en sus aspectos pragmáticos, es decir, en la relación de los textos o mensajes con sus usuarios.
Por otra parte lingüistas como Claude Brémond, de la Universidad de París o Harald Weinrich, de la de Munich, han señalado el estancamiento y la crisis de la narratividad y la narrarología.
'El discurso perverso'
Sobre las conclusiones prácticas o de repercusión social no se ha producido unanimidad en la consideración de que la divulgación de la semiótica, en cuanto estudio de los sistemas de signos o lenguajes, contribuirá a aumentar el espíritu crítico de los ciudadanos y, por consiguiente, a defenderlos de las posibles manipulaciones de un mundo contemporáneo. Se considera que éste está dominado por las comunicaciones de masas y acechado por la demagogia y por lo que algunos semiólogos han llamado el discurso perverso.Los semióticos son conscientes, de cualquier manera, que es necesario que se integren las enseñanzas de la semiótica -con este nombre o no- en la formación escolar de todos los niveles "ya que al niño o joven de hoy, que vive de hecho en la civilización de la radio, el cine, la televisión y otros medios audiovisuales y electrónicos, se le continúa preparando para una civilización de la imprenta".
En este congreso se han iniciado por otra parte trabajos en común sobre análisis semiológicos de la cultura hispánica por parte de españoles e iberoamericanos o especialistas extranjeros en lengua castellana. Esta colaboración podría repercutir de forma positiva, a juicio del secretario del congreso, en la homogeneidad para la libertad de todas las naciones de la comunidad iberoamericana.
Aunque todavía es necesario, según Miguel Ángel Garrido Gallardo, disipar los temores que pueden suscitar en la comunidad académica la introducción de esta relativamente nueva actividad científica, no existe peligro de totalitarismo científico ni de perversión social.
"No existe peligro de totalitarismo científico porque la semiótica, al tratarse de un "punto de vista" que se añade a las investigaciones tradicionales en ciencias humanas , no cuestiona la realidad de estas ciencias, sino que las confirma".
"En cuanto al posible peligro de que la destreza en el manejo de los códigos, es decir, de la semiótica aplicada, llegue sólo al poder y en lugar de servir para aumentar la crítica se ponga al servicio de la demagogia y la tiranía, cabe decir que eso no sería consecuencia de la semiótica, sino de una perversión que se puede dar en ésta como en toda actividad humana.
De todos modos, quien tenga acceso a estos instrumentos, los va a emplear. Por eso se impone la divulgación que evite el peligro del monopolio o "terror" del lenguaje. Pero no hay mucho que temer porque, como decía irónicamente Bettetini, es difícil concebir un tirano interesado por la semiótica.
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