Guinea desea reducir drásticamente la presencia de militares y policías españoles en aquel país
La segunda reunión de la comisión mixta hispano-guineana sufrió ayer un grave bloqueo, zanjado posteriormente, al exigir la delegación de Guinea Ecuatorial la drástica reducción del personal cooperante español adscrito al área de Defensa y Seguridad (Policía Nacional y Cuerpo Superior de Policía), conservando el pertrechamiento técnico procedente de nuestro país. Tal exigencia, que pretende mantener en Guinea Ecuatorial únicamente a los tres jefes de estas áreas de cooperación, -formada hasta ahora por unos cuarenta miembros, puede hacer peligrar a medio plazo todo el esquema de ayuda y colaboración española con su ex colonia africana.Por este motivo, la clausura de la reunión de la comisión mixta prevista para ayer por la mañana se demoró hasta la media noche, lo mismo que la redacción del trabajoso comunicado final, de varios centenares de folios, leídos y firmados uno a uno por ambas delegaciones. Cuando se daba lectura a los capítulos relativos a Seguridad y Defensa, la delegación guineana abandonó la sala de Embajadores del palacio de Santa Cruz, sede de la reunión.
En medios próximos a la delegación española se consideraba ayer insólita la citada exigencia ecuatoguineana, cuyas razones últimas se desconocen. Estos círculos no ocultaban su preocupación por el súbito rumbo de las posiciones adoptadas por la delegación guineana, de la que formaban parte algunas personas caracterizadas por su aversión abierta hacia España.
Delegación singular
Entre ellos figuraba Pedro Nsué, actual director de Asuntos Consulares de su país, que en un aeropuerto madrileño encañonó con su pistola a un policía aéreo, fue declarado persona non grata en nuestro país y fue el autor, además, de una agresión física contra Fernando Cabrera, periodista de la agencia estatal Efe que tuvo que abandonar Malabo; pese a su expediente, se admitió su presencia en la delegación. En cuanto a Isidoro Eyí, secretario de Estado para la Seguridad Nacional, pasa por ser un hombre conocido por sus posiciones sistemáticamente enfrentadas a las del Gobierno español y mentor de la exigencia de la reducción drástica de la cooperación en Seguridad y Defensa.Los otros dos temas que han centrado el debate a lo largo de estos tres días de conversaciones, han sido la renegociación de la deuda externa de Guinea Ecuatorial con España y la discusión sobre la eventual reedición de la sociedad minera mixta hispano-guineana Gemsa. El monto de la cooperación, acordado ayer, asciende a 1.615 millones de pesetas.
Madrid pide que la deuda exterior guineana con España, 45 millones de dólares (6.300 millones de pesetas), sea negociada a través del Club de Acreedores de París. En cuanto a la reedición de la sociedad minera mixta fue vivamente debatido, ya que la delegación ecuatoguineana exigía conocer los resultados del informe mineralógico realizado allí por la empresa española Adaro, con un fuerte desembolso económico y técnico. Como quiera que en su día Guinea y la sociedad minera española Adaro no se pusieron de acuerdo al respecto, el Gobierno de Malabo decidió congelar la sociedad mixta, cuyo renacimiento España vería hoy muy positivamente y que en el acta final de ayer fue decidido reponer mediante una nueva reunión mixta el próximo 15 de julio. La delegación guineana arguía que, en cualquier caso, poseía "por otras vías" los datos sobre la riqueia minera estudiada por Adaro.
Gonzalo Puente, subsecretario de Asuntos Exteriores y jefe de la delegación española en la comisión mixta, admitió la introducción de "retoques de cierta importancia" por parte guineana en el proyecto de acta'final de la reunión, causa de la demora en su firma, así como "puntos de desacuerdo por ambas partes".
Guillermo Nguema, ministro de Planificación y jefe de la delegación guineana, dijo que pese a los compromisos adquiridos por España en la conferencia de Donantes de Guinea Ecuatorial celebrada en Ginebra en abril de 1982, "desgraciadamente las relaciones de cooperación se paralizaron". Añadió luego que deseaba dejar claro que "toda la ayuda española a su país se ha hecho sobre la base de líneas de créditos consignados para obras concretas" y que el resto, en forma de donaciones, "ha sido prácticamente manejado por España".
Contados con la oposición
Por otra parte, fuentes políticas solventes señalaron ayer a este periódico que algunos miembros de la delegación ecuatoguineana que asiste en Madrid a la reunión de la comisión mixta, establecieron un contacto político en la noche del miércoles con miembros de la denominada Junta Cívica de Salvación Nacional (JCSN), plataforma de oposición al Gobierno del coronel Teodoro Obíang Nguema, y que preconiza una democratización del régimen.De acuerdo con esta información, el presidente Obiang Nguema dio instrucciones en este sentido al jefe de la delegación, Guillermo Nguema, ministro de Planificación de su país.
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