Confirmada, la entrevista con Walesa

Tras la conformidad de las autoridades polacas a la entrevista entre el papa Juan Pablo II y el líder sindical Lech Walesa, ayer en Czestochowa reinaba una total confusión sobre el momento y la forma del encuentro. La reunión se celebrará o bien el miércoles o bien el jueves, según confirmó ayer el portavoz papal, Romeo Panciroli.De fuentes próximas al Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista) partió la información de que la familia Walesa había abandonado Gdansk al mediodía en dos coches -un Mercedes y un Peugeot- con una R en la matrícula y la compañía de miembros de los servicios secretos, lo que permitiría la llegada sin obstáculos a Czestochowa.

Llamadas telefónicas al domicilio de Walesa sirvieron para confirmar que la esposa de Walesa estaba allí y no pensaban en una entrevista con el Papa antes de hoy. Un portavoz del Vaticano aseguraba a los periodistas que no habría entrevista antes de hoy, lunes, al mediodía. Todo parecía un intento permanente de informar, desinformar y despistar. Algunos aseguraban -que la voz al teléfono no era la mujer de Lech Walesa, Danuta, sino que todo formaba parte de la táctica de desorientar.

Al parecer, Juan Pablo II y el general Wojciech Jaruzelski acordaron en su entrevista que no se dé ninguna información previa sobre el encuentro con Walesa, y sólo después se daría una breve referencia a la opinión pública. Una auténtica confusión. Siete equipos de televisión esperaban todavía por la tarde a la puerta de Walesa en Gdansk, cuando un nuevo rumor aseguraba que ya estaba en Czestochowa. Para culminarlo todo, una conferencia de prensa con un portavoz del Gobierno en Czestochowa quedó anulada, con la explicación de que "había quedado coleado en el tráfico".