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José Luis Garci presenta en diversas ciudades españolas el episodio final de 'El crack'

José Luis Garci inició en Gijón y prosiguió en Zaragoza y Barcelona la presentación de su nueva película, El crack dos. Se trata del relato de una segunda peripecia del detective Germán Areta. Garci manifestó en Barcelona que no habrá una tercera película sobre este tema. El director defendió su cine sin recónditos mensajes, donde la baza fundamental es la narración de una historia. El estreno en Madrid está pendiente de fechas en el cine Coliseum.

"El argumento de este filme podría resumirse diciendo que se trata de un detective que sigue un caso aparentemente anodino, cuya investigación descubre una complicada trama de estafadores". Madrid, como en el primer filme, tiene una presencia notable. "El cine negro es un género urbano y Areta sólo sabe desenvolverse en su paisaje madrileño". Garci, en una conferencia de prensa, reivindicó la herencia del cine español, desde cineastas como Florián Rey y Juan de Orduña a actores como Pepe Isbert y Paco Martínez Soria.En la cabecera del reparto figuran Alfredo Landa y María Casanova. Un Alfredo Landa muy distinto al de las comedietas cómicoeróticas de otros tiempos. Landa elogió la manera de dirigir actores de Garci, que ensaya durante un mes antes de iniciar el rodaje "y que, aunque parezca un detalle nimio, jamás dice 'acción' sino que deja al actor que la inicie cuando está preparado para ello".

María Casanova es la compañera del detective, para la actriz, el tratamiento de su personaje difiere del que se da a la chica en el cine negro, "ya que, en este caso, ella conserva su independencia y no puede hablarse exactamente de un final feliz". De hecho, Areta cuelga las botas al final de la película, harto de tragedias sin sentido. Para Garci su cine implica un análisis de la sociedad. "De la misma manera que la llamada españolada resulta ahora un documento sobre la sociedad española de su tiempo, no porque reflejara su realidad sino porque ilustraba sobre los sueños de aquella sociedad, mis películas han tenido una cierta anticipación. Dentro de veinte años descubriremos aspectos en Asignatura pendiente que no fueron apreciados en su estreno y Solos en la madrugada anunciaba el boom de la radio que ahora se ha producido". En El crack dos, por otra parte, Areta recrimina a un colega el chalé de la sierra, tema central de otro filme de Garci, Las verdes praderas.

Acerca del reciente oscar obtenido por Volver a empezar, Garci insistió en la limpieza del veredicto. "No hay forma de condicionar al jurado y es absolutamente cierto que se desconoce su decisión hasta el acto de entrega. Los criterios del jurado, por estar integrado por profesionales, son distintos a los que pudiera sustentar un jurado de críticos. Allí no han padecido la funesta política de autores y los jóvenes directores han asumido la herencia del cine norteamericano, de todo lo bueno y malo que hay en él. Para Billy Wilder, por ejemplo, Yol es una película mal hecha.

Algunas personalidades de Hollywood afirmaron que con El crack había sabido adaptar el cine negro a la realidad española. Eso es algo que jamás me dirán algunos críticos españoles que no aceptan el cine que hago".

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