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Aumenta el número de jornaleros ocupantes de la finca gaditana de Rumasa 'El Indiano'

Mientras aumenta el número de jornaleros ocupantes de la finca gaditana El Indiano, expropiada por el Gobierno a Rumasa, y el Sindicato de Obreros del Campo (SOC) especula con la idea de ocupar alguna otra finca en la zona de Jerez, parece delinearse para el futuro la posibilidad de que sólo las fincas cuya explotación está ligada a empresas que serán devueltas al sector privado vuelvan a ser privatizadas. Las restantes, quedarían en propiedad del Estado y podrían ser puestas en explotación por cooperativas de trabajadores.

El grupo Rumasa poseía un total de 33 fincas, entre las que destaca La Almoraima, con más de 14.000 hectáreas. El resto suma 6.700. De ellas, un 49% le encuentran en la zona de Jerez, dedicadas deforma casi exclusiva a la uva, y cuya explotación estaba ligada a las bodegas del grupo de empresas. Como quiera que es intención del Gobierno devolver estas empresas vinícolas al sector privado, es prácticamente seguro que el futuro de esas fincas sea también el de volver a manos privadas, a fin de que su explotación se coordine con la de las bodegas. Otro podría ser el destino de las restantes fincas, cuya explotación no tiene necesaria relación con las bodegas, y que podrían ser conservadas para el sector público. Una de ellas bien podría ser El Indiano, de 294 hectáreas, ahora ocupada por los jornaleros del SOC, encabezados por Francisco Casero.La finca ocupada se encontraba en estado de abandono, que al parecer ahora se pretende disimular con el encalamiento del cortijo existente en la misma, ordenado por los responsables en Andalucía del grupo Rumasa pocos días después de la ocupación. Los jornaleros tienen montado un campamento de forma permanente en la finca, en la que trabajan diariamente según una planificación establecida por ellos mismos. Se les ha negado la utilización de una bomba existente en el cortijo que pretendían utilizar para llevar agua a unos naranjos abandonados, lo que ha motivado su protesta, pero hasta ahora no se ha producido ningún incidente.

Por el momento, los jornaleros anotan escrupulosamente las horas trabajadas, por las que pretenden cobrar del Estado los peonajes correspondientes. Casero aseguró que, en caso de que se negaran a pagarlo, acudirán a Magistratura. Hasta ahora, los jornaleros ocupantes dejan de cobrar el empleo comunitario, y esperan una cantidad equivalen te por el trabajo en la finca. De ahí que hayan establecido un ho rario de trabajo de cuatro horas y esperen una paga de 1.300 pesetas, igual que está establecido en el empleo comuniatrio.

Reforma agraria

Dado que el número de jornaleros ha ido aumentando, se especula con la posibilidad de ocupar una nueva finca, ésta en la zona de Jerez, para lo que se contaría con el refuerzo de hombres del Sindicato Autónomo de la Vid, con presencia en aquella zona. Igualmente se da como probable una marcha hacia SeviHa, para edgir de la Junta de Andalucía una respuesta a las demandas de los ocupantes, que se centran en tres puntos: pronunciamiento claro sobre la no reprivatización de las fincas, que el IRYDA se haga cargo de las mismas y que se creen de forma inmedíata comisiones, con participación de los jornaleros, para fijar los criterios para la entrega de las fincas a los trabajadores y para el estudio de las mejores formas para ponerlas en explotación, con Iposibilidades de acceso a la propiedad a través del sistema seguido por el IRYDA.Francisco Casero y sus jornaleros del SOC, poco numerosos pero muy activos, confian en hacer del tema Rumasa una punta de lanza para la reforma agraria en Andalucía, reforma agraria que Rafael Escuredo anuncio recientemente que la Junta tienen la intención de llevar a cabo.

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