El PNV y el CDS pidieron que se sustituya la legalización por el aumento de atenuantes

Agustín Rodríguez Sahagún y Marcos Vizcaya, portavoces del CDS y del PNV, respectivamente, en el turno de intervenciones de los grupos no enmendantes, coincidieron, con alguna matización, en plantear la sustitución de la legalización de los tres supuestos de interrupción de la maternidad, previstos en el proyecto del Gobierno por la ampliación de eximentes y atenuantes en los artículos del Código Penal correspondientes al aborto. Marcos Vizcaya pidió además la celebración de un referéndum sobre el tema.

Juan María Bandrés, en una de las dos intervenciones del Grupo Mixto, suscitó las reacciones espontáneas con aplausos y rumores favorables de diputadas socialistas y mujeres del público, cuando al inicio de su intervención manifestó el rubor que le producía el hecho de que un debate como el del aborto sea protagonizado exclusivamente por hombres. Gregorio Peces-Barba amenazó "con una única advertencia" a las espontáneas con desalojar al público si se reproducían aplausos en los palcos de invitados. Bandrés insistió en que el debate era una muestra más del imperialismo masculino, "contra el que luchan algunos colectivos que son peor tratados en la calle..." En este momento el presidente del Congreso le conminó a que se ajustara al tema.Afirmó Bandrés que el aborto es un producto de la sociedad de consumo que defiende la derecha, "que penaliza el aborto al que se ven abocados los pobres". Aunque manifestó su posición favorable a que se extraiga del Código Penal el tema del aborto, precisó sin embargo que "no estoy absolutamente de acuerdo con el proyecto del Gobierno". Rechazó el argumento del Grupo Popular, basado en el artículo 15 de la Constitución, según el cual la palabra "todos" se refiere también a los concebidos, no nacidos. "No puede equipararse la vida del feto con la persona independizada". "Con el aborto", enfatizó luego, "está en juego también, hay que recordarlo, la vida, la salud, la libertad y la dignidad de la mujer".

Rodríguez Sahagún, en nombre del CDS, manifestó que en su opinión el Código Penal es excesivamente duro y en ocasiones anacrónico con respecto al tratamiento del aborto, y se pronunció por una suavización de aquél antes que por la legalización de los supuestos incluidos en el proyecto del Gobierno. "Si realmente existe vida humana en el feto, como pensamos nosotros", afirmó, "el camino para solucionar el tema no es el más adecuado". Y se pronunció por el aumento de la discrecionalidad de los jueces y el incremento de eximentes y atenuantes en el Código Penal.

Coincidió básicamente con este criterio Marcos Vizcaya, de la Minoría Vasca, quien destacó, como el resto de los portavoces de los grupos no enmendantes, la seriedad, el sosiego y el rigor con que se desarrollaba el debate y la "falsedad maniquea" que supone identificar a los antiabortistas como los únicos defensores de la vida y a los proabortistas como homicidas.

Afirmó que en el programa de su partido no existían referencias a la posible despenalización del aborto, por lo que se había suscitado un debate interno en el mismo, del que la posición mayoritaria era favorable a la celebración de un referéndum. Y defendió la celebración de éste "porque se trata", dijo, "de un problema de conciencia que exige una respuesta individual". No obstante, adelantó que el PNV está contra el aborto "y no es favorable a una legalización que lo favorezca ni lo legalice".

En representación de la Minoría Catalana intervino Joaquín Xicoi, diputado de Unió Democrática de Catalunya (partido demócristiano al que tambien pertenecen los diputados Antoni Durán y Llibert Cuatrecases), quien comenzó por manifestar que la coalición CiU mantendría la libertad de voto. Xicoi afirmó que "despenalizar equivale a legalizar" y que el acto de abortar "o es sancionado en el Código Penal o no tiene castigo jurídico". Calificó de sorprendente la rapidez con que el Gobierno presentó el proyecto y recordó a los escaños socialistas que el aborto "no fue una bandera del cambio".

Criticó "la deficiencia técnica, la ambiguedad y la imprecisión" del proyecto, que en su opinión "o quiere sólo despenalizar los tres supuestos, en cuyo caso se ha hecho una mala redacción, o se ha buscado deliberadamente la imprecisión para colar otros supuestos; es algo que deberá aclararlos el Gobierno". Xicoy afirmó "que no hay proporción entre la violencia de la violación y la violencia del aborto" y con respecto al supuesto de aborto motivado por presuntas taras físicas del feto, señaló que "la vida de todo feto dependerá con la ley nueva de la arbitrariedad de los médicos". Su intervención fue aplaudida ampliamente.