Roto el principio de acuerdo sobre jornada partida en la banca alcanzado entre CC OO y la patronal

A última hora de ayer quedó roto el principio de acuerdo sobre jornada partida alcanzado a lo largo del día entre Comisiones Obreras y la Asociación Española de Banca Privada (AEB). El acuerdo no fue finalmente suscrito ante la pretensión de la patronal de incluir en el redactado final dos cláusulas: que las 350 pesetas de indemnización por comida no se aplicarán al personal de nuevo ingreso y que ésta cantidad no sería revisable. El acuerdo de principio al que se había llegado, que fue duramente contestado por UGT y la Federación Independiente de Trabajadores del Crédito, contempla una subida salarial del 11,75% y jornada partida -de lunes a viernes- de ocho de la mañana a cinco de la tarde, con excepción de los meses de verano donde continuará vigente la jornada continuada. El acuerdo tenía que ser sometido en referéndum a los trabajadores.

Fuentes de Comisiones Obreras calificaron de inaceptables las dos cláusulas propuestas a última hora por la AEB y declararon que no sabían si las reuniones bilaterales que han venido manteniendo las dos organizaciones iban a tener continuación, aunque es posible que hoy continúen las conversaciones. Para hoy está prevista también una reunión de la comisión negociadora del convenio para pronunciarse sobre la mediación.La ruptura se produjo prácticamente en el momento de la firma de un documento sobre el que existía pleno acuerdo, salvo las dos cláusulas introducidas por la AEB, según fuentes de CC OO, a última hora. La subida salarial acordada era de un 11,75%, con la cláusula de revisión contemplada en el Acuerdo Interconfederal.

El principio de acuerdo contemplaba una jornada anual de 1.760 horas y 47 minutos, de lunes a viernes y de ocho de la mañana a 5 de la tarde, con una hora intermedia de comida. Los sábados pasaban a ser día de descanso. Sin embargo, de 15 de junio a 15 de septiembre se mantendría la actual jornada continuada de ocho de la mañana a tres de la tarde. En concepto de indemnización por los días de jornada partida se establecía un plus de comida de 350 pesetas, y ésta debía realizarse por turnos de una hora, entre la una y las cuatro de la tarde.

Asimismo, el borrador recogía la modificación de la vigente cláusula de absentismo, con disminución de la actual penalización; la constitución de una comisión para estudiar la clasificación de categorías y funciones, aumento del plus de productividad y una cláusula para el reingreso de trabajadores en excedencia para cubrir las jubilaciones que se produzcan a los 64 años. Si el acuerdo fuera aprobado en referéndum por los trabajadores, la AEB y CC OO solicitarían una nueva reunión de la mesa negociadora del convenio con el fin de someterlo a la adhesión del resto de los sindicatos.

Pacto de silencio

Este mismo principio de acuerdo estaba prácticamente perfilado anteayer, sustancialmente en los términos en los que iba a ser aprobado ayer, aunque existía un pacto de caballeros entre la patronal bancaria y CC OO para desmentir este extremo. La razón de fondo era la convicción de ambas organizaciones de que, para que tuviera eficacia general, debía ser asumido por otros sindicatos, concretamente por los Federación Independiente de Trabajadores del Crédito (FTIC) y ELA-STV. UGT ya había mostrado su oposición rotunda a introducir el tema de la jornada partida en las negociaciones y la postura final que adopte la INTG (Intersindical Nacionalista de Trabajadores Gallegos) era entendida por los firmantes del acuerdo como más compleja. Mientras fuentes de CC OO valoraban que las bases del sindicato nacionalista presionaban a favor de la jornada partida, un portavoz de la AEB consideraba que la verdadera pretensión de este sindicato era un convenio para el ámbito de Galicia.En la reunión maratoniana del martes, dividida en sesiones de mañana y tarde, la AEB había planteado una última propuesta, con dos modalidades cuantitativamente equivalentes. La primera consistía en un 12% de aumento y 325 pesetas de plus de comida, y la segunda, en un 11,65% de subida salarial y un plus de 350 pesetas.

CC OO pretendía conseguir la primera oferta salarial pero situando el plus en 350 pesetas. Por su parte, la patronal mantenía resistencias a conceder los tres meses de verano en jornada continuada, como margen de maniobra para hacer valer su oferta económica. Esta propuesta fue confirmada en fuentes bancarias, de CC OO y de la AEB, pero con posterioridad rotundamente desmentida por estas dos últimas organizaciones.

UGT y FTIC se oponen

El principio de acuerdo, que había sido considerado como "un importante esfuerzo para desbloquear la situación" y "el mejor acuerdo posible" por las dos organizaciones en cuestión, ha sido duramente contestado por UGT y FITC, que consideran que la jornada continuada es un derecho irrenunciable para los trabajadores de banca y piensan promover la no participación, en el referéndum.El secretario de la UGT de Banca, Justo Fernández, declaró ayer que existían "razones extrasindicales y extralaborales en el tema". "El sábado libre", dijo, "se podía conseguir sin tener que ceder en la jornada partida, y la subida salarial se podía haber fijado en el 12,5%". Las 350 pesetas como indemnización de la comida, declaró Justo Fernández, son claramente insuficientes y "va a suponer un gasto adicional para los trabajadores de 3.000 pesetas al mes". Añadió que esta misma compensación fue ofertada por la patronal en 1979, y ya entonces se rechazó por insuficiente.

El secretario de UGT de banca se ratificó en su oposición a un referéndum, "que va a ser manipulado por la patronal y que no va a poder ser controlado por las centrales, dado que se tiene que celebrar en 15.000 centros de trabajo y con una plantilla donde el 33% son jefes". UGT iniciará hoy asambleas informativas en los centros de trabajo para exponer su postura contraria al acuerdo y, para mañana, ha convocado una manifestación de protesta en Madrid.

Fuentes de la FITC manifestaron que su oposición a la jornada partida era una "postura muy definida y muy decidida" y que no comprendían los intentos de relativizar su postura difundidos en los últimos días.