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Cuatro puntos para la discordia

Antonio Caño

El éxito o el fracaso de la Conferencia de Madrid depende, en estos momentos, de cuatro reformas propuestas por Occidente al proyecto de resolución final presentado por los neutrales y no alineados el pasado 15 de marzo. Sin su inclusión, el texto actual es inaceptable para EE UU y sus aliados; si estas reformas son introducidas, el documento sería rechazado por la URSS y los países de su área de influencia.Las reformas occidentales nunca han sido presentadas formalmente como enmiendas y tampoco se ha iniciado aún una negociación seria sobre ellas. Estas propuestas son:

1. La convocatoria para antes de 1986, en Suiza, de una reunión de expertos sobre contactos humanos. Esta denominación incluye el estudio de garantías para la celebración de los llamados matrimonios mixtos (entre ciudadanos del Este y del Oeste) en aquellos países socialistas en los que se ponen tirabas a estas uniones. La reunión estaría destinada también a facilitar el libre tránsito de los ciudadanos del Este de Europa, exigiendo, además, a los Gobiernos de ese área una mayor flexibilidad en su política de concesión de visados. Esta reforma es, según fuentes diplomáticas, la que con mayor insistencia ha defendido EE UU.

2. Un nuevo texto sobre la prohibición de la práctica de la interferencia de las emisoras. Este punto está particularmente relacionado con la suspensión de las emisiones de radios occidentales en la URSS, y Polonia. Fuentes del Este consideran que la inclusión de esta propuesta supondría una intromisión en los asuntos internos de determinados países.

3. Un cambio de redacción en el apartado relativo a la convocatoria de una reunión de expertos sobre derechos humanos. Occidente pretende cambiar la mención a que la conferencia estudiará cuestiones relativas al respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales "en sus Estados" -con lo que su marco de actuación queda reducido a los países que participan la CSCE-, por la frase "en aquellos Estados", en el sentido de que se estudien las violaciones de derechos humanos en todos aquellos países en que éstas se produzcan.

4. Un cambio de reacción en el párrafo relativo a la posibilidad de que los ciudadanos de los Estados participantes en la CSCE controlen la aplicación de las disposiciones del Acta Final de Helsinki en materia de derechos humanos en sus propios países. El proyecto de los neutrales afirma: "Estimular todo esfuerzo legítimo y positivo para la aplicación del Acta Final". El bloque occidental pretende eliminar los calificativos "legítimo y positivo", porque los considera restrictivos, ante la eventualidad, por ejemplo, de un intento de los grupos disidentes soviéticos por controlar los derechos humanos en su país.

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