El Rey, primer jefe de Estado español que visita Argelia
Los Reyes de España iniciaron anoche una visita oficial de dos días de duración a Argelia, como invitados M Presidente argelino, Chadli Benyedid, que se enmarca en el contexto de una voluntad política compartida para estrechar relaciones y que representa el primer viaje de un Jefe de Estado español a Argelia.
Don Juan Carlos y Doña Sofía, que fueron despedidos en Barajas por el Presidente del Gobierno, Felipe González, varios ministros, los miembros de la Junta de jefes de Estado Mayor y los presidentes del Congreso y del Senado, acudieron a una cena de gala, poco después de su llegada a Argel, que ofreció en su honor Chadli Benyedid.La Prensa argelina ha destacado la visita de los Reyes, poniendo de relieve que se trata del primer viaje oficial de un jefe de Estado español a Árgel, así como el papel preponderante del rey Juan Carlos en la joven democracia española. La foto de don Juan Carlos, al lado de la del presidente argelino Chadli Benyedid, aparecen en las primeras páginas de los rotativos, quienes publican unas declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, a la agencia de Prensa argelina, así como un comentario autorizado de esta última a la visita real.
En general, los editorialistas argelinos consideran que la presencia de los Reyes representa el colofón necesario, no sólo ya para materializar la política de equilibrio con el Magreb del Gobierno español, sino también la densidad y la importancia que tanto Madrid como Árgel confieren a las relaciones entre los dos pueblos vecinos. La figura del Rey, que, como subraya el diario El Mudjahid, "aunque no tiene influencia directa sobre el Ejecutivo, en los límites fijados por la Constitución, sí parece estar en medida de motivar su Gobierno en calidad de jefe del Estado", está situada más allá del contexto nacional español, con referencias al prestigio y la personalidad del Monarca en el mundo, realzados tras su decisiva intervención durante la tentativa golpista de 1981.
La agencia APS señala que tanto este país como España Aorgan una gran importancia al acontencimiento que, agrega, 'hay que situarlo en el marco de a clarificación y el reforzamiento de las relaciones entre los dos países en el plano estrictamente bilateral y en el de la situación intemacional". Tras poner de relieie que, salvo la dificultad creada por la firma de los acuerdos triprtitas de Madrid sobre el Sahara Occidental, en 1976, las reaciones hispano-argelinas siempre fueron normales, el comentaista afirma, sin embargo, que si as relaciones entrelos dos Gobiernos son "generalmente buenas", siguen estando por debajo de las que mantienen los dos partidos en el poder, el Frente de Liberación Nacional y el PSOE.
Autodeterminación para el Sahara
Los periódicos argelinos conceden también un relieve particular a las declaraciones del jefe de la diplomacia española, quien, en lo relativo al conflicto del Sahara Occidental, recuerda que, si desde 1976 nuestro país ha dejado de tener responsabilidades internacionalmente, en el territorio, es consciente de la "deuda sentimental y profunda hacia el pueblo saharaui" a la vez que considera que la solución del problema pasa por el ejercicio del derecho de ese pueblo a su autodeterminación, conforme a las resoluciones pertinentes de la Organización para la Unidad Africana (OUA) y las Naciones Unidas.
Pasando a reflejar el nivel actual de las relaciones hispano-argelinas, el ministro español subraya las "excelentes perspectivas" de éstas, en losplanos político, económico, tecnológico y cultural, con la posibilidad de que se llegue a un acuerdo, en breve, sobre el problema de las exportaciones -de gas natural argelino. "Las posiciones", añade Morán, "se han aproximado, aunque no exista todavía unanimidad en cuanto a la cantidad de gas que debe importar España y no sobre la cuestión del precio...".
Aparte ese tema, para los argelinos un aspecto relevante de las declaraciones de Morán es el de la necesidad de ir hacia una mayor cooperación política entre Argel y Madrid, en el marco geoestratégico del Mediterráneo, de manera a incidir en el sistema de equilibrio actual .para que no sea dependiente de potencias extramediterráneas, particularmente, Estados Unidos y la Unión Soviética". La frase podría ponerse en boca de su homólogo argelino, Tales Ibrahimi.
A título de resumen del Estado de ánimo con que los argelinos han acogido la visita de los Reyes, situándolas en el contexto político de las relaciones entre los dos países, podría decirse que si las perspectivas inmediatas son excelentes y, en todo caso, no corren grave riesgo de zozobrar, es todavía un poco prematuro para evaluar lo ganado, en la cooperación, tras la llegada de los socialistas al Gobierno.
Morán, luego de deplorar la falta de desarrollo en las relaciones de la Europa del Sur con el norte de África, declara que el Gobierno español quiere elevar sus relaciones con todos los países de esa zona, teniendo en cuenta el objetivo del "Magreb de los pueblos% al que se refería en su época el presidente Huari Bumedian.
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