Francia adelanta el cierre de su frontera para los tomates españoles
El Gobierno francés ha decidido adelantar al 15 de mayo el acuerdo adoptado por las administraciones francesa y española de cerrar sus fronteras a la importación de tomate español. Esta medida, que no debía ponerse en práctica hasta el 20 de mayo, responde a las exigencias de los agricultores franceses, quienes en los últimos días dirigieron diversos comunicados a la prensa francesa en los que aseguran que "los productores del Rosellón están traumatizados por la baja experimentada en las últimas semanas en el precio del tomate".
Justifican los agricultores franceses su exigencia en el esfuerzo realizado por indicación de su Gobierno para diversificar su producción. La producción de tomate francés en la presente campaña será en los meses de abril -y mayo de 3.000 toneladas más que en 1982. A raíz de esta nueva situación, los agricultores galos se opusieron a las importaciones masivas de España y Marruecos y exigieron la finalización de las importaciones cinco días antes de lo previsto. Además del cierre de las fronteras, los horticultores reclamaron a la Administración francesa que controle las exportaciones de Marruecos a distintos países del Mercado Común que se efectúan por vía marítima.La destrucción de mercancías españolas protagonizada por agricultores franceses en el Gran Gallargue, cerca de Nimes, a mediados de la semana pasada, ha sido valorada en medios españoles que desde el sur de Francia han estudiado atentamente la evolución de los acontecimientos en los últimos años como "un hecho muy grave, indicativo del poco interés de las autoridades galas en solucionar el problema".
La permisividad -demostrada por la policía francesa durante los acontecimientos -al menos dos de los 14 cargamentos destruidos lo fueron en presencia de los gendarmes- pone en entredicho las manifestaciones efectuadas recientemente en Llivia por el prefecto de los Pirineos Orientales, Joan Keller, quien aseguró que "el Gobierno francés tiene la voluntad, y para ello ha impartido las órdenes necesarias, de garantizar el libre tránsito de las mercancías españolas". Los hechos acaecidos la semana pasada, según fuentes competentes, "confirman nuestra creencia de que las acciones que desde hace años vienen desarrollando los agricultores franceses para impedir o dificultar las exportaciones de productos hortofrutícolas españoles han contado en todo momento con el beneplácito de los responsables de la Administración francesa".
Los fines buscados por el Gobierno francés para propiciar o permitir las vandálicas acciones de sus agricultores serían los de sensibilizar a la opinión pública de cara a obstaculizar la entrada de España en la Comunidad Económica Europea y el de frenar la presencia de productos españoles en los mercados europeos.
Evitar la entrada en la CEE
"Para el Gobierno francés", señalaron las fuentes consultadas, "son un elemento más en la lucha para evitar la entrada de España en el Mercado Común, para lo que ha emprendido una ofensiva en varios terrenos. Agotados los argumentos de la Comunidad, se recurre ahora a enfrentarnos contra países, Marruecos, por ejemplo, cuyas exportaciones podrían verse afectadas si España entrase en la CEE". Sobre el segundo de los fines aludidos se señala que "no sólo" se ha conseguido ya una importante disminución de nuestras exportaciones, sino que estamos corriendo un tremendo riesgo en cuanto a las posibilidades de mantener el actual mercado, ya que los plazos de entrega no son respetados. Esta circunstancia, lesiva para nuestros clientes, puede inducirles a buscar nuevos proveedores".La supuesta complicidad del Gobierno de París en la actuación de los agricultores galos se prueba también, según las fuentes informantes, "en la decisión unilateral por parte francesa de alterar la cláusula 5º del acuerdo CEE-España, que grava considerablemente los productos españoles, y en la actuación de las fuerzas del orden".
Como ha quedado probado a través de la publicación de numerosas fotografías en la Prensa, en las que aparecen los agricultores agrediendo camiones y destrozando mercancía española bajo la mirada indiferente de los gendarmes o CRS, "la actuación de las fuerzas del orden ha sido siempre pasiva, lo que da pie a pensar que siempre han tenido órdenes de no actuar". Las declaraciones afectuadas hace algunos meses a EL PAIS por Jean Keller, "diciendo que se está investigando, pero que es difícil conocer la identidad de los autores de las actuaciones violentas, dado que actúan muy rápido y en pequeños grupos", han sido calificadas de irónicas por las fuentes consultadas, ya que "nos consta que los autores de estos actos son de sobra conocidos por la policía francesa". Otro aspecto a destacar es el cambio experimentado en los procedimientos utilizados por los agricultores franceses en sus acciones.
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