Grupos de ex nazis pueden estar implicados en la falsificación de los 'diarios' de HitIer
Los medios de comunicación de la República Federal de Alemania (RFA) claman unánimemente contra la irresponsabilidad y falta de rigor periodístico de la revista Stern por publicar y vender los diarios falsificados de Adolfo Hitler. Dos de los tres directores del semanario han presentado la dimisión, mientras la Prensa alemana se siente humillada por la falsificación a escala planetaria difundida por Stern, con el agravante de que todo tiene un tufo inconfundible de actividad de antiguos nazis, en un intento de justificar al siniestro Hitler bajo la tesis de que era "buena persona" y los malos eran los que le rodeaban.
Después de casi insultar a quienes ponían en duda la autenticidad de los diarios de Hitler, Stern tuvo que reconocer su falsedad y parar la publicación. El veterano Henri Nannen, sir Henri como le llaman en el mundo periodístico de la RFA, editor de Stern y retirado últimamente de las funciones ejecutivas, se hizo cargo ayer de la dirección de la revista.Habrían bastado tres días de consultas con auténticos expertos para determinar su falsedad. Stern, que dice haber investigado durante años para conseguirlos, no pudo o no quiso esperar una semana para estudiar definifivamente si eran o no falsos.
Aparte de los fallos técnicos de la falsificación (papel fabricado posteriormente a 1955, goma producida después de la guerra, una cuerda elaborada con un material no existente en tiempos de Hitler), el contenido de los textos parece casi fusilado de un manual sobre el nazismo que conocen hasta los estudiantes de tercer curso de Historia Contemporánea. El texto, una crónica del período nazi, deja muchos días en blanco. Curiosamente, esos días, el führer no tenía ganas de escribir su diario.
Todo esto resultó imposible de determinar en un primer momento, porque Stern encerró los diarios en la caja fuerte de un banco. Al final, la dirección de la revista tuvo que ceder a la presión de la opinión pública y los historiadores, y entregarlos para un examen científico, que en tres días descubrió la falsificación.
Nannen ha anunciado que Stern publicará ahora, sin respetar el silencio sobre sus fuentes,la historia de la falsificación. Se supone que la editora de Stern, Gruner Jahr, devolverá el dinero percibido por los derechos de reproducción en otros países.
El dinero
La editorial mantuvo negociaciones con la agencia Efe para publicar en España el diario de Hitler. Las cifras que pedía Stern por los derechos eran de 20,5 millones de pesetas, "pagaderos a la firma del contrato". Al no llegar a un acuerdo con Efe, Stern vendió los derechos al grupo Z para la revista Tiempo, por 21 millones de pesetas. Los directivos del grupo anunciaron la interrupción de la publicación de los falsos diarios de Adolfo Hitler.
Los contratos que ofrecía Gruner Jahr a revistas extranjeras contenían un preámbulo que decía: "Este contrato excluye expresamente cualquier garantía de Gruner Jahr respecto a la autorización concedida al editor respecto a los documentos o su autenticidad". Los que firmaron el contrato de reproducción podrán acogerse ahora a una cláusula para recuperar su dinero, la que decía que "en el caso de que, Stern suspenda la publicación de la serie por cualquier motivo, Gruner Jahr devolverá el dinero proporcionalmente por las partes no publicadas. Otras reclamaciones contra Gruner Jahr quedan excluidas".
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