Abundancia y calidad de `jazz' para celebrar las fiestas de San Isidro

Los organizadores de las fiestas. de san Isidro han confeccionado un programa, para las terceras Jornadas Jazz de Madrid, tan abundante como de buena calidad. Figuras y maestros de los distintos géneros, como Panamá Francis, Savoy Sultans o Dollar Brand , entre otros, satisfacen la demanda de los aficionados. También los actos de la música popular, verbenas, folk, pop y flamenco, son abundantes y para todos los gustos, desde Joan Baez y Serrat hasta Lebrijano y Camarón de la Isla. El calendario de las fiestas se inaugura hoy en la Plaza Mayor con un pregón del dramaturgo Antonio Buero Vallejo y con las primeras verbenas.

Aunque el jazz suele ser música de generosos, esta vez casi habría que decir que se han pasado. Podrían haber programado ;la mitad de los actos que se anuncian, y, aún así, las perspectivas para el aficionado serían magníficas. Pero es que no estamos ante un festival, sino ante una serie de actividades concebidas como parte de una convocatoria de mayor magnitud: las fiestas de una capital europea.Los programadores de los conciertos de jazz no sólo han partido de esta base, sino que, además, la han interpretado con inteligencia, ya que, sin renunciar a.un nivel muy alto de calidad -cosa que se hizo en otras ocasiones-, han sabido encontrar para la ocasión el conveniente tono festivo. As¡ pues, y pese a la suspensión de las actuaciones de La Romanderie, muy de lamentar porque éste es el tipo de grupo que sorprende dondequiera que va, los aficionados al jazz contagioso y sin complicaciones tendrán suficiente ocasión de disfrutar con Panamá Francis y los Savoy Sultans que no tienen ni más ni menos que lo que hace falta, swing. Como, a su manera y desde hace mucho tiempo, lo tiene Machito, el fenómeno de la cosa latina, que viene con su gente a cubrir en el programa el apartado de la big band.

Si no contagioso, el jazz de Dollar Brand, tercera figura que me atrevo a destacar, es un jazz fervoroso, exaltado e intenso, que llega al público, aun al público no muy iniciado, con una fuerte capacidad de comunicación. Dollar Brand, en sus mejores momentos, devuelve al jazz el carácter de celebración que estuvo presente en muchos de sus momentos fundamentales.

Los grupos de Cedar Walton y Elvin Jones dan fe de la orientación estilística preferida por los organizadores, y cultivada por ellos con tanta asiduidad en sus programaciones para el Colegio Mayor San Juan, que bien puede decirse que es, hoy por hoy, el estilo dominante en el jazz madrileño, ése bop duro que es la última forma de manifestarse que ha encontrado la tradición. Por lo demás, esperemos que Elvin encuentre esta vez un buen sitio para sentarse, y pueda sacarse la espina de su incómoda actuación en el último Festival de Madrid.

La parte más claramente comercial -y para la que parece que ya se han agotado las entradas-, está pensada también con inteligencia. Al Jarreau es un cantante de clase, y he podido comprobar recientemente que se encuentra en muy buena forma. Con inteligencia se ha programado la representación del jazz autóctono, con una preselección de grupos que garantiza un mínimo de calidad.

Quedan, por fin, Harry Edison y Benny Carter. Dos maestros, que en el programa vienen al principio de todo, como para abrir boca, pero que en una reseña conjunta tienen que ir al final, porque sólo con su presencia se podría decir que estas fiestas ofrecen a los ciudadanos de Madrid jazz de sobra. Edison y Carter podrían haberse retirado del jazz hace tiempo, y ya habrían hecho bastante, pero siguen ahí, en la brecha, haciendo jazz porque sí.