_
_
_
_
_

Ambiente de inquietud en el Gobierno y en el PSOE por el apoyo de Felipe González a la 'doble decisión'

El apoyo manifestado el miércoles en Alemania por el presidente Felipe González a la doble decisión de la OTAN, que llevará al despliegue de 572 misiles nucleares a rinales de diciembre si antes no se llega a ula acuerdo en Ginebra, ha provocado una fuerte conmoción política comi efectos inmediatos en el ministerio de Asuntos Exteriores, en la ejecutiva socialista y en las cancillerías de los países- de la Alianza. El ministro de Exteriores, Fernando Morán, despachó ayer con Felipe González, antes de salir en campaña electoral hacia Jaén.

Más información
La nota del jefe de la diplomacia española
Felipe González es quien marca la orientacion de la política exterior, afirma Morán

Un primer reflejo de la tensión quedó reflejado en la actitud del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, quien acudió el jueves al palacio de Santa Cruz, sede del ministerio de Asuntos Exteriores, para expresar al titular, Fernando Morán, que había regresado de Alemania la noche anterior visiblemente molesto y desalentado por la inesperada inflexión advertida en las posiciones de Felipe Gorizález en torno a la OTAN y a la doble decisión de los euromisiles. El presidente en funciones dejó a un lado sus antiguas diferencias políticas con Morán y se esforzó por reconfortar al ministro. Horas más tarde en Valladolid reafirmaba rotundamente la celebración del referendum sobre la OTAN y añadía que "el resultado está cantado: no a la permanencia en la Alianza".Alfonso Guerra fundamenta su pronóstico en sondeos de opinión. Ayer declaró a este periódico que "haría falta un movimiento de tierras, un seísmo, para que cambiara la opinión de los españoles, adversa a la permanencia en la OTAN".

Medios diplomáticos españoles confirmaron que el ministro de Exteriores había manifestado a los colaboradores más cercanos su male , star al sentirse desairado, combatido por los medios de opiníón que personalizan en él una política exterior, básicamente resultante de los acuerdos del Consejo de Ministros y de la aplicación de las ponencias aprobadas en el 29 Congreso del PSOE, celebrado del 21 al 24 de octubre de 1.981.

Morán en la Moncloa

Antes de acudir a la sesión del Consejo Atlántico, que tendrá lugar en- París los días 9 y 10 de junio, el ministro Morán necesita algunas clarificaciones. Por eso se atribuye especial significación al despacho que ayer por la mañana tuvo en la Moncloa con el presidente del Gobierno y se busca una interpretación para explicar por qu¿ se ha cancelado a última hora la cena oficial comprometida por Morán en Pars, el domingo próximo, con motivo de su participación en la reunión anual de la OCDE.Diplomáticos norteamericanos acreditados en Madrid subraya ron lo inesperado de la declaración del presidente del Gobierno y sin disimular su agrado pregun taban inquietos qué consecuen cias podría generar en el interior del Gabinete y del PSOE. Los observadores destacan la trascendencia de las manifestaciones del presidente González y el eco perfectamente previsible que, el lugar elegido para hacerlas públicas les ha prestado. Medios periodísticos bien infórmados atribuyen al ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, un peso decisivo en el viraje atlántico de la posición presidencial. Todos coinciden en señalar que ni los asesores diplomáticos del gabinete de la Moncloa, que encabeza Juan Antonio Yáñez, ni- el ministerio de Exteriores, ni mucho menos el vicepresidente Guerra es verosímil que hayan participado en la definición de la nueva postura españolaL.El origen de las afirmaciones alemanas de Felipe González sobre la OTAN parece hallarse en el convencimiento que ha adquirido el presidente sobre la suerte reservada a la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE). El ingreso español se presenta cada vez más vinculado a la cuestión de la permanencia en la Alianza. Esa es al menos la idea que en estos cinco meses de Gobierno se ha formado el presidente a través de los contactos mantenidos con sus colegas europeos y con los ministros que ha recibido en la Moncloa. Invariablemente, cada vez que los españoles hablan del ingreso en la CEE terminan por oír de sus interlocutores una pregunta sobre las intenciones finales que abrigan acerca de la OTAN.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En unas medidas declaraciones formuladas a la revista francesa Politique Etran Ire en noviembre pasado Felipe González afirmaba que "la salida de España de la OTAN, en caso de que se produjera, no tiene por qué ser mal recibida entre los países amigos occidentales. Dos aspectos de la política exterior española abundan en la tesis de que no compensa a España su integración y alineamiento definitivo en la OTAN: ni se han acelerado las negociaciones con la CEE, que han quedado congela das precisamente después del ingreso en la OTAN, ni el Reino Unido -miembro de la Alianzaha retirado su actitud de veto a la descolonización de Gibraltar. Los temas internacionales, pues, que podrían derivarse favorablemente para España en una integración rnilitar en la OTAN, no sólo no se han resuelto sino que siguen cada día más enmarañados".

Ahora se recuerdan las cautelo sas manifestaciones de Morán en Bruselas el 9 de diciembre con ocasión de celebrarse la sesión de invierno del Consejo Atlántico. El ministro de Exteriores dijo enton ces que "España no estaba concernida por la doble decisión de 1.979" y no suscribió el comunicado finalen el que figuraban referencias a la modernización de las armas nucleares de teatro (INF).

El movimiento por la paz

Otras reacciones políticas ante la nueva postura de Felipe González dada a conocer en Alemania dan cuenta de la interpelación presentada por los diputados comunistas en la que reflejan la sorprendente alineación de España con las posiciones democristianas de Bonn, identificadas con los intereses hegernónicos de Reagan". También el "Movimiento por la paz, el desarnie y la libertad" (MPDL) ha declarado que la doble decisión no constituye un instrumento válido para asegurar la detención de la carrera de armamentos y rechaza la instalación de nuevos artefactos nucleares en territorio europeo.

El MPDL urge para que se consulte al pueblo español sobre el papel de nuestro país dentro del sistema de defensa de Europa y se pronuncia en favor de un acuerdo efectivo de desarme por parte de los dos bloques

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_